SIGLOS DE ORO
ESPAÑOLES
Se conoce con este nombre a un período
de florecimiento artístico y cultural que abarca los
siglos XVI (Renacimiento) y XVII
(Barroco), recordados por el español de hoy a la vez con orgullo (por el
esplendor artístico, por la unificación nacional) y vergüenza (por la rígida
diferenciación de clases y el racismo existentes entonces). El Renacimiento es
una época de resurrección de las ideas y formas de la Antigüedad clásica, con
influencia de la Edad Media y el cristianismo. Se produce un movimiento
cultural nuevo, el Humanismo,
que considera al hombre el centro del universo y dedica sus esfuerzos al
estudio de las letras humanas. Adquieren gran importancia las universidades y
florecen los “mecenas”, protectores de los artistas. Se quiere restaurar el
ideal educativo de la Antigüedad, que apuntaba a formar al hombre en forma
integral, atendiendo por igual lo físico, moral, intelectual y artístico. Es
una época de optimismo, en
la que se piensa que el universo y la naturaleza están a disposición del ser
humano, que se cree capaz de organizarlos y dominarlos racionalmente. La
confianza en el poder de la razón explica la idea de progreso propia del Renacimiento: se considera que el
saber puede hacer cada vez mejor al hombre.
España se encuentra unificada en lo político (monarquía), en lo religioso (catolicismo) y en lo lingüístico (castellano), pero
esa unidad es todavía precaria, inestable. Pese a las riquezas
que llegan de América, los gastos de las continuas guerras llevaron a la
pobreza, los campos se van despoblando y aumentan los impuestos. Se
publican listas de libros prohibidos y se censura previamente cualquier
publicación. La Iglesia y el Estado tienen un fuerte control de todos los
asuntos humanos, incluyendo el arte.
La literatura del Renacimiento en general
busca la perfección, el orden, la claridad, sencillez, equilibrio y simetría.
Es un arte para minorías, severo y exquisito.
Podemos encontrar en la época distintos tipos de novelas:
a) DE CABALLERIA: narra
las hazañas de un héroe joven, noble y hermoso, enamorado de una hermosa y
virtuosa dama, a quien dedica sus triunfos, que resulta casi invencible frente
a cualquier enemigo, sea humano, mago o monstruo.
b) SENTIMENTAL: relata
los amores desventurados, apasionados y trágicos de una pareja que logra vencer
dificultades casi insalvables para llevar a buen término sus sentimientos.
c) PASTORIL: también
hay un tema amoroso pero lo más importante es el marco natural en que se
ubican, paisaje muy armónico y pacífico, con pastores cultos, que cantan a sus
amadas en bellas poesías.
d) PICARESCA: es la
antítesis de las otras, ya que habla de problemas tan reales como el hambre, la
hostilidad del mundo, la soledad del individuo. Se trata de un género nuevo,
auténticamente español.
Las novelas picarescas son relatos
aparentemente autobiográficos, es decir que es el propio protagonista el
que cuenta su historia. El pícaro es un ser tan insignificante, socialmente
hablando, que no tiene alguien que se ocupe de contar su vida, y él debe tomar
la palabra. Por contraste, el héroe caballeresco siempre tiene un biógrafo,
alguien que conoce toda su biografía.
Estas novelas se
desenvuelven linealmente, sin saltos ni cambios bruscos en la
temporalidad. Generalmente se presentan como una sucesión inconexa de
episodios, y tienen como personaje central a un muchacho de muchos amos, un
antihéroe que atraviesa una serie
de conflictos, resueltos humorísticamente. Su figura unifica un
constante ir y venir de personajes episódicos. No hay allí grandes pasiones, y
por eso carece de complicaciones
trágicas.
El crítico Ludwig Pfandl define al pícaro como “un mozo nacido casi
siempre de padres pobres y de baja extracción, rara vez honrados, el cual por
culpa de malas compañías o por falta de instrucción, al verse lanzado a la
confusión de la vida y entregado a sí mismo, cae en la vagancia, se aparta del
trabajo y lucha contra la vida como puede, con osadía y falta de escrúpulos,
con engaño, malicia y malas artes. Su distintivo externo es el aspecto
andrajoso, pero no la deformidad física. Sus ocupaciones son el pedir limosna,
los bajos trabajos de ocasión, el vagar perezosamente de ciudad en ciudad. La
necesidad de vivir lo hace desvergonzado y sin escrúpulos, pero no quisiera ser
otra cosa que lo que es, no cambiaría su libre y despreocupada existencia por
una sedentariedad honorable, a cambio de una cama y un techo.”
“Lazarillo de Tormes” no coincide con esto en todos los aspectos: él
trata de cambiar su suerte, y se siente feliz cuando lo logra. No es una típica
obra picaresca sino un antecedente de la misma. Lázaro es simpático, con una
alegría de vivir típicamente renacentista.
El título es “Vida de Lazarillo
de Tormes, de sus fortunas y adversidades”. Tuvo una primera edición
en el año 1553, que no se
ha conservado. En 1554 se edita la obra en tres ciudades, y cinco años más
tarde se prohíbe su circulación en España. En 1573 se publica “Lazarillo castigado”,
una versión censurada, sin los tratados que más criticaban al clero, y no
volvió a ser editada en forma completa hasta el siglo XIX. La fecha de composición
es incierta, en la primera mitad del siglo XVI.
El autor prefirió ocultar su identidad, lo que
ha dado pie a muchas teorías. ¿Sería un destacado político, un judío converso o
un religioso, que no quiso arriesgar su prestigio en esta obra? No se sabe
quién fue, y probablemente nunca se sepa.
La novedad estaba en el uso de la primera persona: toda la novela es como una carta dirigida
a alguien a quien llama “vuestra merced”. Lázaro no cuenta toda su vida, sino
aquello que quiere mostrar para explicar su forma de vivir actual. Cuenta
en primera persona la vida de un muchacho que pasa de amo en amo, desde su
infancia hasta su juventud. Se narra la vida de Lázaro a la vez que se plantea
un cuadro de su sociedad con intención satírica, describiendo sus tipos y
costumbres. La obra está desarrollada como una sucesión de episodios de
desigual extensión. Se organiza en siete
tratados y un prólogo, y su unidad se asegura por la figura de su
personaje central, siempre presente. Los distintos amos sirven para presentar,
desde dentro, a distintas clases de personas de la época: los mendigos, los
curas, los nobles empobrecidos, los artistas.
El argumento de la novela al final muestra el estado de miseria y
deshonor al que las circunstancias le habrían conducido. Los tres primeros
tratados forman una unidad, centrados en el tema del hambre, así como los
últimos tienen en común el afán de ascenso
social y el paralelo descenso
moral del protagonista. Lazarillo va madurando y perdiendo
ingenuidad a lo largo de la obra, hasta terminar en el desilusionado
conformismo del final, cuando acepta una situación indigna al ser engañado por
su esposa –si bien nunca lo reconoce abiertamente- con el jefe de ambos a
cambio de casa, ropa y trabajo.
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