martes, 26 de mayo de 2015

6º año: Poema "1964", de J. L. Borges


                     


  1964

                           I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
Ni los lentos jardines. Ya no hay una
Luna que no sea espejo del pasado,
Cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
Que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
La fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde, repites vanamente,
Sino lo que no tiene y no ha tenido
Nunca. Pero no basta ser valiente
Para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa te desgarra,
Y te puede matar una guitarra.

                           II


Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
Un instante cualquiera es más profundo
Y diverso que el mar. La vida es corta
Y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
La muerte, ese otro mar, esa otra flecha
Que nos libra del sol y de la luna
Y del amor. La dicha que me diste
Y me quitaste debe ser borrada;
Lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
Esa vana costumbre que me inclina

Al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

martes, 12 de mayo de 2015

5º año: textos de la Biblia que comentaremos:

SALMO 1

Feliz de aquel hombre
que no anda en consejo de impíos
ni sigue la senda de los pecadores 
ni se sienta en el banco de los descreídos
sino que se complace en la ley de Yahveh,
que medita en su ley día y noche.

Él es como un árbol plantado
a orillas de un curso de agua
que da su fruto en la estación propicia
y cuyas hojas jamás se marchitan.
Todo lo que haga prosperará.

No así el impío; nada de eso.
El impío será como basura
que arrastra el viento.

El impío no podrá defenderse en el juicio
ni el pecador en la asamblea de los justos.

Porque Yahveh conoce la senda del justo
mas la senda del impío se perderá.





Mateo  5: 1 - 12
1Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron.
2Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
3«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
4Bienaventurados los mansos , porque ellos posseerán en herencia la tierra.
5Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
6Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
7Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
9Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
11Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
12Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.


5º año: Información sobre Biblia

                               LITERATURA BÍBLICA.

La Biblia es el libro sagrado de cristianos y judíos, y es una de las obras con mayor difusión e importancia en nuestra cultura. No es un libro, sino una colección de libros, una biblioteca sagrada que se ha conservado gracias al cuidado de incontables escribas y ha sido traducida a todas las lenguas conocidas. Sus libros son considerados por la tradición judeocristiana como inspirados por Dios, son religiosos porque tratan de la relación entre Dios y el hombre, y también revelados, porque contienen profecías. No es el único libro sagrado; los hare krishnas tienen el Baghavad Gita, los musulmanes el Corán, los hinduístas los Veddas y los mayas quichés el Pópol Vuh.
La Biblia puede estudiarse desde un punto de vista histórico, religioso, antropológico y literario, aunque en la mayoría de sus libros lo más importante era la creación de una obra didáctica, de interés nacional y religioso y no lo artístico, la intención literaria. En su mayor parte los textos han sido modificados, actualizados, y en muchos casos son el resultado de la fusión de escritos de autores de distintas épocas, lugares e ideas. De allí las contradicciones y las diferencias de vocabulario y de estilo que pueden encontrarse. Al escritor bíblico no le preocupa tanto la originalidad como la efectividad de su mensaje.

LOS HEBREOS

Su origen es mesopotámico, se sabe que abandonaron la ciudad de Ur entre los siglos XX y XVIII A.C. para instalarse en Egipto, donde permanecieron durante unos cinco siglos. Poco a poco se van haciendo más numerosos, lo que hace que el faraón los trate como esclavos, por miedo a una rebelión en su propia tierra. Salen de allí por la acción de Moisés, un hebreo rescatado de las aguas del Nilo por una princesa egipcia, en la época en que el faraón había ordenado matar a todos los varones nacidos de las hebreas. Moisés llegará a convertirse en el líder más importante del mundo hebreo, aunque hay quienes sostienen que en pudo haber tenido origen egipcio. Él será el encargado de conducir al pueblo a través del desierto hacia la tierra prometida de Canaán, una vez que escapan al yugo de Egipto. Se inicia una lenta marcha que dura, según la Biblia, cuarenta años, aunque los historiadores le atribuyen un tiempo mucho mayor, de varios siglos. Allí habrían tenido lugar sucesos milagrosos, como la revelación de Dios a Moisés, y el dictado de las Tablas de la Ley.
Una vez en la tierra prometida, los hebreos se organizaron en doce tribus, sin un gobierno central, que con el correr del tiempo derivará en una monarquía. David sería el segundo de estos reyes, y su gobierno abarcó cuarenta años, desde el año 1010 al 970 a.c.. Lleva la capital a Jerusalén, a donde traslada el Arca de la Alianza; también se ocupa de fortificar las fronteras del reino, construir o reconstruir ciudades, organizarlas administrativamente. Se le atribuye gran preocupación por la recopilación y conservación de textos sagrados, entre ellos los Salmos, de muchos de los cuales se lo considera autor.
Los babilonios toman Jerusalén, en el 586 A.C. Destruyen el templo, toman 40.000 cautivos, encarcelan al rey por 35 años y obligan al pueblo a pagar altos tributos, aunque no lo esclavizan. Algunos logran, pasado el tiempo, volver a su tierra y recomponer su religión, pero deben sufrir el rigor de diversas dominaciones de pueblos más fuertes, y son conquistados por Alejandro Magno, luego por los asirios, egipcios y romanos, y comienza la diáspora o dispersión del pueblo hebreo, aunque su fe y su tradición se mantienen.

LA RELIGIÓN HEBREA

MONOTEÍSMO: Los primitivos hebreos tenían una MONOLATRÍA, lo que significa que se adoraba a un solo dios, pero se admitía la existencia de otros. Con el tiempo esto derivó en una forma de nacionalismo religioso que se llama ENOLATRÍA: el culto al dios del pueblo, identificado con los intereses de Israel. El siguiente paso es el MONOTEÍSMO, la creencia en un solo dios, que es el mismo para toda la humanidad.
ALIANZA: en el Antiguo Testamento se habla de dos alianzas entre la divinidad y el pueblo elegido, a través de dos patriarcas. En primer lugar, el pacto que realiza Yahveh con Abraham, por el cual la divinidad promete darle una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo y la tierra prometida. En segundo lugar, la alianza entre Dios y Moisés, en el Monte Sinaí. Se promete a éste larga descendencia y la tierra de Canaán, y se le exige el cumplimiento de una larga serie de leyes (como los Diez Mandamientos). Una tercera alianza se propone en el Nuevo Testamento, esta vez con valor universal, entre Jesús y la humanidad.
MORAL: toda la vida del pueblo hebreo estaba orientada por los principios de fidelidad a Dios; la desobediencia no puede ni pensarse. Los Diez Mandamientos son preceptos religiosos y morales. Surge la noción del pecado como delito que no sólo perjudica al individuo, sino a la comunidad toda. Incluyen la prohibición de adorar a otros dioses, honrar a los padres, no matar, no robar, no cometer adulterio, no dar falso testimonio, etc. 
MESIANISMO: los profetas anuncian la llegada de un Mesías, o salvador, al que a veces se muestra como un rey invencible, poderoso, fuerte, mientras que otras aparece como una víctima, un redentor del pueblo a costa de su propio sufrimiento. Su papel sería redimir a la humanidad. A partir de la figura de Jesús se produce un quiebre en la religión hebrea, ya que no todos lo aceptan como el Mesías, lo que dio lugar a dos grandes religiones. El CRISTIANISMO admite a Jesús como el Mesías y al Nuevo Testamento como libro sagrado junto al Antiguo, pero el JUDAÍSMO continúa esperando el Mesías y solo toma como sagrado al Antiguo Testamento. 

EL ANTIGUO TESTAMENTO

Se llama así al conjunto de libros que los judíos consideran sagrados y que constituyen la primera parte de las Biblias cristianas. Los hebreos le llamaban “los escritos”. Para los griegos fue “Bibliae” (plural de “biblos”, papel, libro), pero luego se fue transformando en un singular, “Biblia”. El “error” de traducir un plural por un singular tal vez se base en el deseo de destacar su unidad como libro sagrado. De igual modo, originalmente se hablaba de una Antigua y Nueva Alianza, no de un testamento. La palabra griega “diatheké” significaba testamento, pero también pacto o alianza. El “error” es importante porque en una alianza ambas partes tienen obligaciones y derechos, lo cual se pierde al hablar de un “testamento”.
El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo y arameo, y el Nuevo Testamento, en su mayoría, en griego. El hebreo es una lengua simple, de sintaxis sencilla y gran flexibilidad. Se dice que en virtud de la pobreza del idioma los escritores se vieron en la necesidad de recurrir frecuentemente a reiteraciones, paralelismos, comparaciones y metáforas, que son recursos literarios típicos de la Biblia. Se escribe de derecha a izquierda, sólo se escriben las consonantes y originalmente no existía la división de los libros en versículos y capítulos. Esto dificultó su comprensión a medida que el habla del pueblo fue cambiando y se fue olvidando la pronunciación original de las palabras. Al nombre de Dios estaba prohibido pronunciarlo, por lo cual en la Biblia sólo aparecen las consonantes YHWH, el “tetragrama sagrado”. De ahí deriva “Jehová” o “Yahveh”. 
Los libros bíblicos fueron escritos en rollos de papiros o pergaminos, conservados en muy malas condiciones. Muchas copias fueron escondidas para eludir la destrucción o persecución, pero pese a ello hoy no queda un solo manuscrito original; los que se poseen han sido elaborados por los “masoretas”, sabios judíos que entre los siglos VI y X se dedicaron a la fijación del texto de la Biblia. Indicaron las vocales que faltaban, la acentuación y la puntuación, dividieron los textos en capítulos y versículos, y agregaron comentarios al margen. 
  No toda la literatura hebrea está incluida en el Antiguo Testamento; para determinar qué libros forman parte de la Biblia se toma en cuenta el “canon”, regla de la Iglesia que establece el carácter sagrado o no de los libros. Los libros descartados del canon se consideran apócrifos, que significa supuesto, fingido, y son los que no están confirmados en su autenticidad por la Iglesia. Hay otros que nunca se consideraron sagrados, como los textos encontrados en una cueva del Mar Muerto, en 1947.
Los judíos solo aceptan el CANON HEBREO: 39 libros del Antiguo Testamento (que ellos transforman en 24, uniendo algunos libros con otros). En el CANON ALEJANDRINO el Antiguo Testamento tiene los 39 libros del canon hebreo más 7 libros “apócrifos”. El CANON CRISTIANO, fijado por la Iglesia Católica en el siglo XVI, incluye el Antiguo y Nuevo Testamento.
Los libros del Antiguo Testamento de carácter puramente literario, como los Salmos o El Cantar de los Cantares, son muy pocos. En algunos predomina el interés filosófico o didáctico, como en los Proverbios. En otros los fragmentos poéticos suelen pasar inadvertidos porque se llega a ellos tras muchas páginas de lectura monótona y agotadora. En la poesía hebrea no había rima, si bien pueden aparecer aliteraciones u otros efectos sonoros. Lo fundamental está en el ritmo, el número de sílabas y la colocación de los acentos. 
Es frecuente el uso de PARALELISMOS, relación, por similitud u oposición, de dos o más versos, en la forma o en las ideas. Hay tres tipos de paralelismo en la Biblia. El SINONÍMICO tiene versos que dicen lo mismo con distintas palabras, con una estructura sintáctica semejante. (“¡No temas, porque contigo estoy yo!/ ¡No desmayes, porque yo soy tu Dios!”). El ANTITÉTICO es aquel en que un verso expone algo y el siguiente plantea lo opuesto, como en Proverbios: “El que labra su tierra se saciará de pan/ mas el que sigue a los ociosos se hartará de pobreza”. El SINTÉTICO O DE COMPOSICIÓN es una forma compleja: cada verso va añadiendo elementos, componiendo, desarrollando la idea.
En la Biblia se llama “hablar por parábolas” o “por semejanzas” a hacerlo empleando la comparación, metáfora, parábola, alegoría y personificación. Se recurre a ellas buscando una finalidad didáctica, se busca aclarar bien lo que se expresa. Pueden añadir belleza a la expresión, pero esa no es la finalidad principal. Se toman como elementos de referencia los que son sencillos, cotidianos, conocidos por todos.

LOS SALMOS 

Su nombre viene del griego Psalmos, que significa originalmente tocar un instrumento de cuerda o cantar al son de dicho instrumento. Son los cánticos religiosos de los hebreos, no eran poemas para ser leídos sino que se cantaban en procesiones o fiestas rituales. El libro de los Salmos tiene 150 poemas, escritos a lo largo de mil años de la historia hebrea. Aparece toda la gama del sentimiento religioso: el desamparo, el temor, la confianza, el amor por su Dios. La tradición atribuyó a David (rey, músico y poeta) un importante número de salmos.
Clasificación según su carácter literario:
a) HIMNOS. Los de alabanza exhortan a alabar a Yahveh, los de acción de gracias son referidos a una situación dolorosa que ha sido solucionada por su dios, y los mesiánicos anuncian la grandeza futura de los hebreos y el fin de sus enemigos.
b) PLEGARIAS. En las individuales el hombre enfermo, preso, perseguido, pobre, expone su situación, proclama su inocencia: él no merece ese castigo. Termina con un ruego, que lo recuerde, salve de la muerte, castigue a los que lo angustian. En las colectivas se plantean problemas a nivel nacional: la derrota, el exilio. Se pide el castigo a los enemigos, el favor divino, el retorno a la tierra propia.
c) CANTOS DE SABIDURÍA: plantean normas morales, exaltan la ley de Yahvé y su cumplimiento, aconsejan la confianza en Dios.


EL NUEVO TESTAMENTO

Es el conjunto de libros sagrados del cristianismo que hablan de la vida y enseñanzas de Jesús. Se compone de 27 libros considerados sagrados: los Evangelios (vida de Jesús), los Hechos de los Apóstoles (difusión de sus ideas), las Epístolas (fundamentación de su doctrina) y el Apocalipsis (libro profético, también llamado Revelación).
Evangelio significa “buena nueva”, y es una narración de la vida de Jesús y sus enseñanzas. Son escritos en griego entre los años 40 y 100 después de Cristo. Se ubican en una provincia del Imperio Romano, Palestina. De los cuatro Evangelios admitidos como sagrados, tres son muy similares, los escritos por Mateo, Marcos y Lucas, y se les conoce como “Evangelios sinópticos”; podrían provenir de la misma tradición oral, o se basaron en un mismo documento primitivo. El Evangelio según San Juan es más metafísico y doctrinario. 
El protagonista de estos libros es conocido con varios nombres en la Biblia: Jesús, Cristo, Mesías, entre otros. No dejó obra escrita pero su historicidad no se discute, ya que ha sido mencionado en numerosas obras de la época. La discusión estaría centrada en demostrar si existieron esos milagros, si era el Mesías, o un simple mortal con un gran carisma personal. La Biblia lo presenta como alguien que acepta su destino trágico sin negar sus enseñanzas, su persona se plantea como modelo de conducta, ideal de justicia, bondad, pureza y sacrificio. 

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

Mateo, que llegó a ser uno de los doce apóstoles, fue en principio un cobrador de impuestos para los romanos, llamado Leví. Se transforma al ser llamado por Cristo, y por ello simbólicamente cambia su nombre: “Mateo” significa “don de Dios”. Su finalidad es demostrar que Jesús es el Mesías, y para ello selecciona y ordena los hechos de acuerdo a un plan y no siguiendo un orden cronológico. Abarca un breve lapso de la vida de Jesús, y da pocos detalles. Su estilo es simple, con muchas imágenes y abundantes citas del Antiguo Testamento.
El Sermón del monte es la primera manifestación detallada de su doctrina por parte de Jesús, encierra sus ideas fundamentales. Se exige al hombre el abandono de todo egoísmo, el exigirse lo mejor de sí mismo, haciendo hincapié en la interioridad del individuo, sus pensamientos, deseos e intenciones, más que en sus acciones. El discurso se pronuncia en un entorno agradable, con una multitud escuchando las suaves palabras de Jesús. La Antigua Ley, en cambio, se promulgó en el Monte Sinaí, sobre una roca, entre relámpagos, con palabras como truenos, que asustan y mantienen apartado al pueblo.
Podemos suponer que el texto ha sido conservado con el mayor de los cuidados, por tratarse de un discurso de Jesús. Se divide en tres momentos: las bienaventuranzas, los conceptos sobre el nuevo espíritu y la doble parábola final.
También Lucas habla de este sermón, aunque con mayor brevedad. Este autor plantea que Jesús sube al monte a orar y luego desciende al llano, donde se ubican sus oyentes, lo cual difiere de la versión de Mateo, quien sitúa a Jesús y sus oyentes en una montaña, tal vez para hacerlo más parecido al Antiguo Testamento, donde la Ley se promulga en el Monte Sinaí. Por otra parte, Lucas sólo menciona cuatro bienaventuranzas, seguidas por cuatro ayes o maldiciones, en un paralelismo antitético que recuerda el estilo del Antiguo Testamento. 
Las bienaventuranzas son una serie de bendiciones a los poseedores de cierta virtud, en función del bien que por ello reciben. Son nueve, aunque algunos autores cuentan ocho (uniendo dos de ellas) o más, si cuentan cada vez que dice la palabra “bienaventurado”. En distintas traducciones puede variar el orden, pero siempre son iguales la primera y la última. Se trata de un fragmento de “prosa rítmica”, en el cual cada frase está dividida en hemistiquios relacionados por la forma y los contenidos.