sábado, 7 de mayo de 2016

5° año: Información de Biblia

                                               LITERATURA BÍBLICA                         

La Biblia es el libro sagrado de cristianos y judíos, y es una de las obras con mayor difusión e importancia en nuestra cultura. No es un libro, sino una colección de libros, una biblioteca sagrada que se ha conservado gracias al cuidado de incontables escribas y ha sido traducida a todas las lenguas conocidas. Sus libros son considerados por la tradición judeocristiana como inspirados por Dios, son religiosos porque tratan de la relación entre Dios y el hombre, y también revelados, porque contienen profecías. No es el único libro sagrado; los hare krishnas tienen el Baghavad Gita, los musulmanes el Corán, los hinduístas los Veddas y los mayas quichés el Pópol Vuh.
La Biblia puede estudiarse desde un punto de vista histórico, religioso, antropológico y literario, aunque en la mayoría de sus libros lo más importante era la creación de una obra didáctica, de interés nacional y religioso y no lo artístico, la intención literaria. En su mayor parte los textos han sido modificados, actualizados, y en muchos casos son el resultado de la fusión de escritos de autores de distintas épocas, lugares e ideas. De allí las contradicciones y las diferencias de vocabulario y de estilo que pueden encontrarse. Al escritor bíblico no le preocupa tanto la originalidad como la efectividad de su mensaje.

LOS HEBREOS

Su origen es mesopotámico, se sabe que abandonaron la ciudad de Ur entre los siglos XX y XVIII A.C. para instalarse en Egipto, donde permanecieron durante unos cinco siglos. Poco a poco se van haciendo más numerosos, lo que hace que el faraón los trate como esclavos, por miedo a una rebelión en su propia tierra. Salen de allí por la acción de Moisés, un hebreo rescatado de las aguas del Nilo por una princesa egipcia, en la época en que el faraón había ordenado matar a todos los varones nacidos de las hebreas. Moisés llegará a convertirse en el líder más importante del mundo hebreo, aunque hay quienes sostienen que en pudo haber tenido origen egipcio. Él será el encargado de conducir al pueblo a través del desierto hacia la tierra prometida de Canaán, una vez que escapan al yugo de Egipto. Se inicia una lenta marcha que dura, según la Biblia, cuarenta años, aunque los historiadores le atribuyen un tiempo mucho mayor, de varios siglos. Allí habrían tenido lugar sucesos milagrosos, como la revelación de Dios a Moisés, y el dictado de las Tablas de la Ley.
Una vez en la tierra prometida, los hebreos se organizaron en doce tribus, sin un gobierno central, que con el correr del tiempo derivará en una monarquía. David sería el segundo de estos reyes, y su gobierno abarcó cuarenta años, desde el año 1010 al 970 a.c.. Lleva la capital a Jerusalén, a donde traslada el Arca de la Alianza; también se ocupa de fortificar las fronteras del reino, construir o reconstruir ciudades, organizarlas administrativamente. Se le atribuye gran preocupación por la recopilación y conservación de textos sagrados, entre ellos los Salmos, de muchos de los cuales se lo considera autor.
Los babilonios toman Jerusalén, en el 586 A.C. Destruyen el templo, toman 40.000 cautivos, encarcelan al rey por 35 años y obligan al pueblo a pagar altos tributos, aunque no lo esclavizan. Algunos logran, pasado el tiempo, volver a su tierra y recomponer su religión, pero deben sufrir el rigor de diversas dominaciones de pueblos más fuertes, y son conquistados por Alejandro Magno, luego por los asirios, egipcios y romanos, y comienza la diáspora o dispersión del pueblo hebreo, aunque su fe y su tradición se mantienen.

LA RELIGIÓN HEBREA


MONOTEÍSMO: Los primitivos hebreos tenían una MONOLATRÍA, lo que significa que se adoraba a un solo dios, pero se admitía la existencia de otros. Con el tiempo esto derivó en una forma de nacionalismo religioso que se llama ENOLATRÍA: el culto al dios del pueblo, identificado con los intereses de Israel. El siguiente paso es el MONOTEÍSMO, la creencia en un solo dios, que es el mismo para toda la humanidad.
ALIANZA: en el Antiguo Testamento se habla de dos alianzas entre la divinidad y el pueblo elegido, a través de dos patriarcas. En primer lugar, el pacto que realiza Yahveh con Abraham, por el cual la divinidad promete darle una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo y la tierra prometida. En segundo lugar, la alianza entre Dios y Moisés, en el Monte Sinaí. Se promete a éste larga descendencia y la tierra de Canaán, y se le exige el cumplimiento de una larga serie de leyes (como los Diez Mandamientos). Una tercera alianza se propone en el Nuevo Testamento, esta vez con valor universal, entre Jesús y la humanidad.
MORAL: toda la vida del pueblo hebreo estaba orientada por los principios de fidelidad a Dios; la desobediencia no puede ni pensarse. Los Diez Mandamientos son preceptos religiosos y morales. Surge la noción del pecado como delito que no sólo perjudica al individuo, sino a la comunidad toda. Incluyen la prohibición de adorar a otros dioses, honrar a los padres, no matar, no robar, no cometer adulterio, no dar falso testimonio, etc.
MESIANISMO: los profetas anuncian la llegada de un Mesías, o salvador, al que a veces se muestra como un rey invencible, poderoso, fuerte, mientras que otras aparece como una víctima, un redentor del pueblo a costa de su propio sufrimiento. Su papel sería redimir a la humanidad. A partir de la figura de Jesús se produce un quiebre en la religión hebrea, ya que no todos lo aceptan como el Mesías, lo que dio lugar a dos grandes religiones. El CRISTIANISMO admite a Jesús como el Mesías y al Nuevo Testamento como libro sagrado junto al Antiguo, pero el JUDAÍSMO continúa esperando el Mesías y solo toma como sagrado al Antiguo Testamento.

EL ANTIGUO TESTAMENTO


Se llama así al conjunto de libros que los judíos consideran sagrados y que constituyen la primera parte de las Biblias cristianas. Los hebreos le llamaban “los escritos”. Para los griegos fue “Bibliae” (plural de “biblos”, papel, libro), pero luego se fue transformando en un singular, “Biblia”. El “error” de traducir un plural por un singular tal vez se base en el deseo de destacar su unidad como libro sagrado. De igual modo, originalmente se hablaba de una Antigua y Nueva Alianza, no de un testamento. La palabra griega “diatheké” significaba testamento, pero también pacto o alianza. El “error” es importante porque en una alianza ambas partes tienen obligaciones y derechos, lo cual se pierde al hablar de un “testamento”.
El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo y arameo, y el Nuevo Testamento, en su mayoría, en griego. El hebreo es una lengua simple, de sintaxis sencilla y gran flexibilidad. Se dice que en virtud de la pobreza del idioma los escritores se vieron en la necesidad de recurrir frecuentemente a reiteraciones, paralelismos, comparaciones y metáforas, que son recursos literarios típicos de la Biblia. Se escribe de derecha a izquierda, sólo se escriben las consonantes y originalmente no existía la división de los libros en versículos y capítulos. Esto dificultó su comprensión a medida que el habla del pueblo fue cambiando y se fue olvidando la pronunciación original de las palabras. Al nombre de Dios estaba prohibido pronunciarlo, por lo cual en la Biblia sólo aparecen las consonantes YHWH, el “tetragrama sagrado”. De ahí deriva “Jehová” o “Yahveh”.
Los libros bíblicos fueron escritos en rollos de papiros o pergaminos, conservados en muy malas condiciones. Muchas copias fueron escondidas para eludir la destrucción o persecución, pero pese a ello hoy no queda un solo manuscrito original; los que se poseen han sido elaborados por los “masoretas”, sabios judíos que entre los siglos VI y X se dedicaron a la fijación del texto de la Biblia. Indicaron las vocales que faltaban, la acentuación y la puntuación, dividieron los textos en capítulos y versículos, y agregaron comentarios al margen.
            No toda la literatura hebrea está incluida en el Antiguo Testamento; para determinar qué libros forman parte de la Biblia se toma en cuenta el “canon”, regla de la Iglesia que establece el carácter sagrado o no de los libros. Los libros descartados del canon se consideran apócrifos, que significa supuesto, fingido, y son los que no están confirmados en su autenticidad por la Iglesia. Hay otros que nunca se consideraron sagrados, como los textos encontrados en una cueva del Mar Muerto, en 1947.
Los judíos solo aceptan el CANON HEBREO: 39 libros del Antiguo Testamento. En el CANON ALEJANDRINO el Antiguo Testamento tiene los 39 libros del canon hebreo más 7 libros “apócrifos”. El CANON CRISTIANO, fijado por la Iglesia Católica en el siglo XVI, incluye el Antiguo y Nuevo Testamento.
Los libros del Antiguo Testamento de carácter puramente literario, como los Salmos o El Cantar de los Cantares, son muy pocos. En algunos predomina el interés filosófico o didáctico, como en los Proverbios. En otros los fragmentos poéticos suelen pasar inadvertidos porque se llega a ellos tras muchas páginas de lectura monótona y agotadora. En la poesía hebrea no había rima, si bien pueden aparecer aliteraciones u otros efectos sonoros. Lo fundamental está en el ritmo, el número de sílabas y la colocación de los acentos.
Es frecuente el uso de PARALELISMOS, relación, por similitud u oposición, de dos o más versos, en la forma o en las ideas. Hay tres tipos de paralelismo en la Biblia. El SINONÍMICO tiene versos que dicen lo mismo con distintas palabras, con una estructura sintáctica semejante. (“¡No temas, porque contigo estoy yo!/ ¡No desmayes, porque yo soy tu Dios!”). El ANTITÉTICO es aquel en que un verso expone algo y el siguiente plantea lo opuesto, como en Proverbios: “El que labra su tierra se saciará de pan/ mas el que sigue a los ociosos se hartará de pobreza”. El SINTÉTICO O DE COMPOSICIÓN es una forma compleja: cada verso va añadiendo elementos, componiendo, desarrollando la idea.
En la Biblia se llama “hablar por parábolas” o “por semejanzas” a hacerlo empleando la comparación, metáfora, parábola, alegoría y personificación. Se recurre a ellas buscando una finalidad didáctica, se busca aclarar bien lo que se expresa. Pueden añadir belleza a la expresión, pero esa no es la finalidad principal. Se toman como elementos de referencia los que son sencillos, cotidianos, conocidos por todos.

LOS SALMOS

Su nombre viene del griego Psalmos, que significa originalmente tocar un instrumento de cuerda o cantar al son de dicho instrumento. Son los cánticos religiosos de los hebreos, no eran poemas para ser leídos sino que se cantaban en procesiones o fiestas rituales. El libro de los Salmos tiene 150 poemas, escritos a lo largo de mil años de la historia hebrea. Aparece toda la gama del sentimiento religioso: el desamparo, el temor, la confianza, el amor por su Dios. La tradición atribuyó a David (rey, músico y poeta) un importante número de salmos.
Clasificación según su carácter literario:
a)    HIMNOS. Los de alabanza exhortan a alabar a Yahveh, los de acción de gracias son referidos a una situación dolorosa que ha sido solucionada por su dios, y los mesiánicos anuncian la grandeza futura de los hebreos y el fin de sus enemigos.
b)   PLEGARIAS. En las individuales el hombre enfermo, preso, perseguido, pobre, expone su situación, proclama su inocencia: él no merece ese castigo. Termina con un ruego, que lo recuerde, salve de la muerte, castigue a los que lo angustian. En las colectivas se plantean problemas a nivel nacional: la derrota, el exilio. Se pide el castigo a los enemigos, el favor divino, el retorno a la tierra propia.
c)    CANTOS DE SABIDURÍA: plantean normas morales, exaltan la ley de Yahvé y su cumplimiento, aconsejan la confianza en Dios.


EL NUEVO TESTAMENTO


Es el conjunto de libros sagrados del cristianismo que hablan de la vida y enseñanzas de Jesús. Se compone de 27 libros considerados sagrados: los Evangelios (vida de Jesús), los Hechos de los Apóstoles (difusión de sus ideas), las Epístolas (fundamentación de su doctrina) y el Apocalipsis (libro profético, también llamado Revelación).

Evangelio significa “buena nueva”, y es una narración de la vida de Jesús y sus enseñanzas. Son escritos en griego entre los años 40 y 100 después de Cristo. Se ubican en una provincia del Imperio Romano, Palestina. De los cuatro Evangelios admitidos como sagrados, tres son muy similares, los escritos por Mateo, Marcos y Lucas, y se les conoce como “Evangelios sinópticos”; podrían provenir de la misma tradición oral, o se basaron en un mismo documento primitivo. El Evangelio según San Juan es más metafísico y doctrinario. 

El protagonista de estos libros es conocido con varios nombres en la Biblia: Jesús, Cristo, Mesías, entre otros. No dejó obra escrita pero su historicidad no se discute, ya que ha sido mencionado en numerosas obras de la época. La discusión estaría centrada en demostrar si existieron esos milagros, si era el Mesías, o un simple mortal con un gran carisma personal. La Biblia lo presenta como alguien que acepta su destino trágico sin negar sus enseñanzas, su persona se plantea como modelo de conducta, ideal de justicia, bondad, pureza y sacrificio. 


4° año: ROMANTICISMO

ROMANTICISMO

            La palabra “romanticismo” puede entenderse en más de un sentido. Por un lado, se refiere a un estado de sensibilidad y jerarquización de los sentimientos. Por otro, alude a un fenómeno artístico concreto: es en este sentido que la utilizaremos aquí.
            El Romanticismo fue un vasto movimiento de ideas, de amplias proyecciones éticas y estéticas, que marcó con su sello al siglo XIX y cuya influencia perdura en algunos aspectos hasta nuestros días. Su nombre tal vez deriva del sustantivo francés “roman “ (relato de aventuras) o del adjetivo inglés “romantic”, que calificaba a cierto tipo de cuadros campestres, con paisajes crepusculares o nocturnos, de carácter marcadamente melancólico.
            Sus orígenes hay que buscarlos en el siglo XVIII, fundamentalmente en la cultura alemana, donde se produce el movimiento llamado STURM UND DRANG (“empuje y pasión”) , que propugna la creación literaria al margen de las reglas clásicas y revaloriza la expresión artística de los sentimientos y las vivencias. Esta sensibilidad prerromántica se manifiesta también pronto en Inglaterra y se extiende finalmente por toda Europa. Constituyó una reacción contra el Neoclasicismo del siglo XVIII, que rendía culto a lo equilibrado, lo racional, buscando un arte cargado de reglas que se quedaba en la imitación de los clásicos, sin autenticidad. No en vano este fue llamado “el siglo de las luces”. El prerromanticismo renueva el gusto por la naturaleza, el desborde de la subjetividad, la tradición y el folklore nacional. Sus principales exponentes son J.J.Rousseau, en Francia, quien usa por primera vez el término “romántico” con el sentido actual, y J.W. Goethe con su obra “Las lamentaciones del joven Werther”, en Alemania.
            El Romanticismo empieza a organizarse a principios de siglo, alcanza su madurez y máxima propagación hacia 1830y comienza su declinación, que se concreta hacia 1850
            El romanticismo presenta una serie de características íntimamente relacionadas unas con otras y que se condicionan entre ellas.
            INDIVIDUALISMO
            El hombre romántico tiene una conciencia aguda y dolorosa de la propia personalidad, de ser distinto a los demás, y afirma constantemente ese “yo” frente a lo que le rodea. En algunos casos llega a sentirse superior a todo lo otro: exalta su propia sensibilidad, sus emociones, su genio, pero también su desgracia o su infelicidad. EGOCENTRISMO. Todo va a girar alrededor del yo, por lo tanto frecuentemente habla el romántico en primera persona, a menudo protestando por la incomprensión de su sociedad, por el desconocimiento de su genio individual.
            DESENGAÑO. El choque entre el yo romántico y la realidad que no da satisfacción a sus anhelos e ideales produce en el artista romántico un hondo desengaño, un tedio y un hastío vitales que lo llevan a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas y religiosas.
            POPULISMO. Se revalorizan los elementos populares, como la música, el canto, las narraciones del pueblo. se busca conocer lo que tiene de particular y específico el espíritu de cada nación. De ahí la obsesión por buscar las raíces de cada pueblo en su literatura y su cultura.
            LIBERTAD. Hay una exaltación de la libertad; sólo en libertad se alcanza la plenitud. Un poeta español del siglo XIX, Larra, afirma: “libertad en la literatura, como en las artes, como en la industria, como en el comercio, como en la conciencia. He aquí la divisa de la época.” En el arte, la libertad está vinculada con lo formal, la negación a dejarse limitar por reglas prefijadas. En la vida cotidiana, tiene que ver con un estilo libre y desprejuiciado de vivir, conocido en general como “bohemio”. En lo nacional, a veces se relacionó con actitudes patrióticas, como en España o Italia.
            SUBJETIVISMO
            Frente a la razón se levanta la bandera el sentimiento, de ahí la importancia de emociones, sueños y fantasías. El hombre romántico profundiza minuciosamente en sí mismo o en sus personajes. Su actitud de búsqueda interior lo lleva a descuidar el mundo que lo rodea y refugiarse en lugares solitarios.
            SOLEDAD. El gusto por la soledad se convierte en uno de los temas románticos por excelencia. Esto justifica la preferencia por lugares solitarios como castillos, cementerios, espacios apartados y recónditos. La soledad del romántico nace también de su individualismo, de la afirmación de su yo; en este sentido la soledad produce también dolor y lo lleva a ansiar la integración, la comprensión de los otros, el amor.
            IRRACIONALISMO. Se niega que la razón pueda explicar por completo la realidad. Se abandona la idea de que existan verdades fijas e inmutables que puedan ser descubiertas. Este rechazo por la razón y lo racional explica la preferencia de los románticos por lo sobrenatural, lo mágico y misterioso. Tal vez ligado a esto se produce un retorno a la religiosidad.     
            LA NATURALEZA
            Frente a la Naturaleza artificiosa del Neoclasicismo, el artista romántico representa la naturaleza en forma dramática, en movimiento, con preferencia por la ambientación nocturna. Opone al orden, a la mesura y la armonía neoclásicos, el desorden y la falta de proporción. La Naturaleza se identifica con los estados de ánimo del creador, es como una proyección de sus sentimientos y a la vez está por encima de todo, lo que deja traslucir cierta concepción panteísta del universo.
            EVASION
            Para escapar de ese mundo en el que no encuentra cabida su idealismo extremo, el romántico opta por escapar de la realidad inmediata que no le gusta. Esa evasión puede conducirlo a épocas pretéritas, como la Edad Media, o a lugares lejanos y exóticos, como Oriente o América. La fantasía funciona siempre como forma de evasión de la realidad para el hombre romántico.
            EL MAL DEL SIGLO
            El romántico es por naturaleza alguien inseguro e insatisfecho, lo que da lugar a una desazón vital. Se habló del “mal del siglo” para referirse a ese estado de ánimo propio de los románticos, compuesto por melancolía, tedio de vivir, insatisfacción, desconsuelo.       A veces esto constituía una postura, con más de fingido que de auténtico, como una especie de moda.

            Tales son, en un breve acercamiento, las principales características del Romanticismo. Al alumno le toca el profundizar en estos aspectos, investigar cuáles fueron sus principales autores y cómo se desarrolló especialmente en España este movimiento.