martes, 21 de agosto de 2012

LAZARILLO Y SU ÉPOCA

SIGLOS DE ORO ESPAÑOLES




Se conoce con este nombre a un período de florecimiento artístico y literario. Abarca los siglos XVI y XVII, que corresponden a los períodos renacentista y barroco respectivamente. Se trata de una época que el español de hoy recuerda a la vez con orgullo (por el esplendor artístico, por la unificación nacional) y vergüenza (por la rígida diferenciación de clases y el racismo existentes en España por entonces).




“LAZARILLO DE TORMES”



Es una novela, es decir, un relato extenso, en prosa, en el que intervienen personajes y se desarrollan sucesos en un marco social determinado. Se ubica en España, a mediados del siglo XVI, durante el reinado de Carlos V. Podemos encontrar en la época distintos tipos de novelas, a saber:

a) NOVELA DE CABALLERIA: es la que narra las hazañas de un héroe joven, noble y hermoso, que resulta casi invencible frente a cualquier enemigo, ya sea humano, mago o monstruo. Está por lo general enamorado de una hermosa y virtuosa dama, a quien dedica sus triunfos.

b) NOVELA SENTIMENTAL: tiene por tema el relato de los amores desventurados, apasionados y trágicos de una pareja, que logra vencer dificultades casi insalvables para llevar a buen término sus sentimientos”.

c) NOVELA PASTORIL: aquí también hay un tema amoroso, pero lo más importante es el marco natural en que se ubican, paisaje muy armónico y pacífico, con pastores cultos, que cantan a sus amadas en bellas poesías.

d) NOVELA PICARESCA: es en cierta forma la antítesis de las otras, ya que habla de problemas tan reales como el hambre, la hostilidad del mundo, la soledad del individuo. Se trata de un género nuevo, auténticamente español.

Las novelas picarescas son en general relatos aparentemente autobiográficos, es decir que es el propio protagonista el que cuenta su historia. El pícaro es un ser tan insignificante, socialmente hablando, que no tiene alguien que se ocupe de contar su vida, y él debe tomar la palabra. Por contraste, el héroe caballeresco siempre tiene un biógrafo, alguien que conoce toda su biografía.

Estas novelas se desenvuelven linealmente, sin saltos ni cambios bruscos en la temporalidad. Generalmente se presentan como una sucesión inconexa de episodios, y tienen como personaje central a un mozo de muchos amos, un antihéroe que atraviesa una serie de conflictos, resueltos humorísticamente. Su figura unifica un constante ir y venir de personajes episódicos. No hay allí grandes pasiones, y por eso carece de complicaciones trágicas.

El crítico Ludwig Pfandl define al pícaro como “un mozo nacido casi siempre de padres pobres y de baja extracción, rara vez honrados, el cual por culpa de malas compañías o por falta de instrucción, al verse lanzado a la confusión de la vida y entregado a sí mismo, cae en la vagancia, se aparta del trabajo y lucha contra la vida como puede, con osadía y falta de escrúpulos, con engaño, malicia y malas artes. Su distintivo externo es el aspecto andrajoso, pero no la deformidad física. Sus ocupaciones son el pedir limosna, los bajos trabajos de ocasión, el vagar perezosamente de ciudad en ciudad. La necesidad de vivir lo hace desvergonzado y sin escrúpulos, pero no quisiera ser otra cosa que lo que es, no cambiaría su libre y despreocupada existencia por una sedentariedad honorable, a cambio de una cama y un techo.”

“Lazarillo de Tormes” no coincide con esto en todos los aspectos: él trata de cambiar su suerte, y se siente feliz cuando lo logra. No es, entonces, una típica obra picaresca, sino un antecedente de la misma. Por otra parte la novela picaresca tiene la tendencia a moralizar, a incluir reflexiones morales luego que han transcurrido, en la ficción, muchos años de los hechos narrados. El pícaro solo ve en la vida algo pasajero, que no vale la pena ser tomado en serio ni con mucho esfuerzo. Hay en esto un fondo trágico que el humor no puede borrar, si bien en “Lazarillo” la visión pesimista es menos fuerte. Lázaro es simpático, con una alegría de vivir típicamente renacentista.

El título de la obra que nos ocupa es “Vida de Lazarillo de Tormes, de sus fortunas y adversidades”. Se supone que tuvo una primera edición en el año 1553, que no se ha conservado. En 1554 se edita la obra en tres ciudades, y cinco años más tarde se prohíbe su circulación en España, aunque muchos ejemplares entraron al país por los países limítrofes. En 1573 se publica “Lazarillo castigado”, una versión censurada de la obra, sin los tratados que más criticaban al clero, y no volvió a ser editada en forma completa hasta el siglo XIX. En cuanto a la fecha de composición, es incierta, apenas delimitada por dos alusiones históricas presentes en el texto: se menciona la batalla de los Gelves, contra los moros, lo cual nos ubicaría en 1510 o 1520, y también las cortes de Toledo, que se desarrollaron en 1525 y 1538.

El autor de la obra prefirió ocultar su identidad, lo que ha dado pie a muchas teorías sobre su autoría y sobre los motivos que lo llevaron al anonimato. ¿Sería un destacado político, o un religioso, que no quiso arriesgar su prestigio en esta obra? ¿Un judío converso? ¿O tal vez alguien inhibido por el carácter autobiográfico de la obra? Lo cierto es que no se sabe quién fue, y probablemente nunca se sepa.

No pasó mucho tiempo antes de que aparecieran continuadores para obra tan exitosa como esta. Nuevas versiones continuaron surgiendo, incluso en pleno siglo XX.

En cuanto a su estructura, la novela cuenta en primera persona la vida de un mozo de servicio que pasa de amo en amo, desde su infancia hasta su juventud. Se narra la vida de Lázaro, a la vez que se describe un cuadro de su sociedad con intención satírica, describiendo sus tipos y costumbres. La obra está desarrollada como una sucesión de episodios de desigual extensión. Se organiza en siete tratados y un prólogo, y su unidad se asegura por la figura de su personaje central, siempre presente. Los distintos amos sirven para presentar, desde dentro, a distintas clases de personas de la época: los mendigos, los curas, los nobles empobrecidos, los artistas, por ejemplo.

El argumento de la novela al final muestra el estado de miseria y deshonor al que las circunstancias le habrían conducido. Los tres primeros tratados forman una unidad, centrados en el tema del hambre, así como los últimos tienen en común el afán de ascenso social y el paralelo descenso moral del protagonista. Lazarillo es un tipo humano, que va madurando y perdiendo ingenuidad a lo largo de la obra, hasta terminar en el desilusionado conformismo del final, cuando acepta una situación indigna al ser engañado por su esposa –si bien nunca lo reconoce abiertamente- con el jefe de ambos, el Arcipreste de San Salvador, a cambio de casa, ropa y trabajo.

El estilo en este libro es sobrio, nunca se acumulan detalles innecesarios, las descripciones y los diálogos son sencillos, el estilo es realista. La novedad de la obra estaba en el uso de la primera persona: toda la novela es como una carta dirigida a alguien a quien llama “vuestra merced”. Lázaro no cuenta toda su vida, sino aquello que quiere mostrar para explicar su forma de vivir actual.