martes, 20 de agosto de 2019

LA DIVINA COMEDIA (información)

LA DIVINA COMEDIA

La “Commedia” es un extenso poema escrito por Dante en lengua vulgar (es decir, no en latín), con 14.333 versos, obra maestra de la literatura italiana. Cuando hablamos de una comedia nos referimos a una obra dramática, y no parece lógico aplicar tal término a una obra que no está escrita para ser representada, sino que es un poema narrativo. El título tiene, sin embargo, su justificación porque en esa época se ponía mayor atención al contenido que a la forma para determinar la pertenencia a un género literario. La Comedia va de un comienzo agitado a un final sereno y tranquilo (del Infierno al Paraíso), y está escrita en lengua vulgar (toscano) y no en latín, como se acostumbraba. En el siglo XIV Bocaccio le agregó el calificativo “divina” por su calidad estética y su tema religioso.

La composición se ubica en los años de exilio de Dante. Se supone que el Infierno habría sido terminado alrededor de 1308, el Purgatorio hacia 1313 y el Paraíso poco antes de morir, en 1321. Narra un viaje por los tres reinos de ultratumba, tal como eran concebidos por la Iglesia de su época:. La idea de ubicar la obra en el más allá no es original de Dante: en la antigüedad grecolatina hubo autores como Homero (“La Odisea”) y Virgilio (“La Eneida”) que hacen descender a sus personajes al mundo de los muertos. En cada región el poeta habrá de encontrarse con distintos espíritus, algunos procedentes del mundo real y otros que son solo mitos.

ESTRUCTURA:
Está escrita en versos de once sílabas (endecasílabos) agrupados en estrofas de tres versos (tercetos) con rima consonante, ya que riman el primer y tercer verso de cada estrofa, mientras el segundo marca la rima para la estrofa siguiente.
Estructuralmente es de una simetría rigurosa. Está compuesta por cien cantos, número considerado perfecto. Estos cantos se distribuyen en tres grandes partes, llamadas cánticas: el Infierno, con un canto de introducción y 33 cantos, el Purgatorio, con 33 cantos, y el Paraíso, con 33 cantos. Se nota una preocupación cabalística por parte del autor, el cual insiste en varias oportunidades con el número 3 y sus múltiplos. Este número tenía gran importancia para el cristianismo, derivado de la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

LOS TRES REINOS
Para Dante, según el sistema de Tolomeo, nuestro planeta está inmóvil en el centro del mundo y a su alrededor giran las esferas celestes en las que están suspendidos el Sol, los planetas, las estrellas.
INFIERNO es la región de los condenados eternos, reina el dolor y la desesperanza, no existe posibilidad de salir y los castigos se repetirán idénticamente por siempre. Es un mundo de oscuridad, sin Sol y sin estrellas, reflejo de la condición moral del alma de los condenados. Una rica escenografía será el marco de este lugar, donde hay puertas, tumbas, murallas, castillos, ríos, lagunas, gusanos, serpientes, demonios, etc. Dante es guiado aquí y en la mayor parte del Purgatorio por Virgilio, escritor de la Antigüedad.
Dante lo concibe dividido en nueve círculos. A medida que se desciende el espacio es menor y más grave el pecado, hasta llegar al último círculo, el de los traidores, donde está Lucifer.

Las culpas se ordenan en tres grandes categorías:
a) Pecados de INCONTINENCIA: es la incapacidad de frenar los impulsos con la razón (lujuriosos, glotones, avaros, pródigos e iracundos).
b) Pecados de BESTIALIDAD (herejes y violentos).
c) Pecados de MALICIA (traidores y fraudulentos).

El pecado es mayor cuanto mayor grado de racionalidad implica, los habitantes de los primeros círculos no hicieron más que dejarse dominar por las pasiones, mientras los últimos utilizaron su capacidad intelectual para hacer el mal. Quedan excluidos de esta división aquellos que no conocieron al verdadero Dios por vivir antes de la era cristiana y los niños que murieron sin ser bautizados. Sus espíritus residen eternamente en una región llamada Limbo, donde no hay castigos pero sí una eterna melancolía por no poder aspirar al Paraíso.

El PURGATORIO es un lugar transitorio, donde las almas se purifican con la esperanza de alcanzar el Paraíso. Dante lo concibe como una montaña en una isla. En la base hay una zona rocosa de difícil acceso: el Antepurgatorio; luego viene el Purgatorio propiamente dicho, dividido en siete terrazas donde el alma se purifica de los siete pecados capitales y en la cima hay una planicie, el Paraíso terrestre. Aquí se produce el encuentro entre Dante y Beatrice, que será en adelante su guía, sustituyendo a Virgilio, que no puede entrar al Paraíso.

El PARAÍSO se compone de nueve cielos, esferas luminosas concéntricas, sobre las cuales está el cielo de Dios, las jerarquías celestiales y los bienaventurados. Es el reino del espíritu absolutamente liberado de la carne, las almas nada lamentan de lo terreno y nada ansían, pues están completas en sí mismas.