jueves, 5 de octubre de 2017

5º año: INFORMACIÓN GENERAL SOBRE CERVANTES Y “DON QUIJOTE”



INFORMACIÓN GENERAL SOBRE CERVANTES Y “DON QUIJOTE”

SIGLOS DE ORO ESPAÑOLES

Se conoce con este nombre a un período muy importante para España en lo artístico y literario. Abarca los siglos XVI y XVII, Renacimiento y Barroco respectivamente, época que el español de hoy recuerda a la vez con orgullo (por el esplendor artístico, por la unificación nacional) y vergüenza (por la rígida diferenciación de clases y el racismo existentes en su país por entonces).

RENACIMIENTO
Es una época en que resurgen las ideas y formas de la Antigüedad clásica, modificadas por la influencia de la Edad Media y el cristianismo. 
Se produce un movimiento cultural nuevo, el Humanismo, iniciado en Italia, que considera al hombre el centro del universo y dedica sus esfuerzos al estudio de las letras humanas. Adquieren gran importancia las universidades y florecen los “mecenas”, los protectores de los artistas. Se quiere restaurar el ideal educativo de la Antigüedad, que apuntaba a formar al hombre por igual en lo físico, moral, intelectual y artístico.
Entre los rasgos significativos de la cultura renacentista se destaca el individualismo, el hombre como centro del mundo y dueño de su destino. Hay gran vitalidad en la cultura: en el arte, la literatura, y también se percibe el esplendor de sus cortes y palacios. Es una época de optimismo, en la que se piensa que el universo y la naturaleza están a disposición del ser humano, que se cree capaz de dominarlos racionalmente. La confianza en el poder de la razón explica la idea de progreso propia del Renacimiento: se considera que el saber puede hacer cada vez mejor al hombre. 
España se encuentra unificada en lo político (monarquía), en lo religioso (catolicismo) y en lo lingüístico (castellano), pero esa unidad es todavía inestable. Hay en España muchos judíos y musulmanes “conversos”, que se convirtieron al cristianismo (o lo simularon) para evitar la expulsión del país. 
Pese a las riquezas obtenidas de América, los gastos de las continuas guerras llevaron a la pobreza. Los campos se van despoblando y aumentan los impuestos. La nobleza se organiza en jerarquías; en la cúspide están los títulos más altos (duques, condes, marqueses), luego vienen los caballeros y por último los hidalgos. Todos ellos estaban eximidos de pagar impuestos, por lo que los que no eran nobles hicieron cuanto pudieron para adquirir al menos la categoría de hidalgo, sea por compra de títulos, por soborno o adquisición de tierras. 
Culturalmente, el panorama se va haciendo cada vez más difícil, se publican listas de libros prohibidos y se censura previamente cualquier publicación. La Iglesia y el Estado tienen un fuerte control de todos los asuntos humanos, incluyendo el arte.
La literatura del Renacimiento en general busca la perfección, el orden, la claridad, sencillez, equilibrio y simetría. Es un arte para minorías, severo y exquisito.

BARROCO
El término “barroco” tuvo en su origen un significado peyorativo (“perla irregular”), pero ha sido aceptado luego para definir el conjunto de rasgos propios de la cultura del siglo XVII. No se produce una ruptura con el Renacimiento, sino una continuidad y evolución. Es un período en general visto como confuso, caprichoso y falto de reglas, con una actitud de angustia y decepción, por oposición a la euforia renacentista. Se vuelve a insistir en ideas medievales como la brevedad de la vida, la fugacidad de lo terrenal, el desengaño, una concepción negativa del mundo, que aparece como caos, desorden y confusión. 
En cuanto a las artes, podemos notar que se utiliza una rica ornamentación, con figuras en movimiento, con gran detallismo y expresividad. En pintura, las masas de color sustituyen a las líneas, se buscan los contrastes entre luz y sombras y las perspectivas sorprendentes. “El arte barroco sustituye la serenidad y severidad del arte clásico por un arte acumulativo que busca impresionar los sentidos y la imaginación con estímulos poderosos e inusuales”. Apunta al entendimiento a través de imágenes brillantes y juegos de conceptos, pero también al sentimiento, excitando la admiración, el terror, la compasión y sorpresa del lector. Toca temas pintorescos, grotescos o monstruosos, y se caracteriza por el gusto por lo irregular, lo complicado, detallado, sobrecargado, la exageración, las ambigüedades, los contrastes y las ironías.
Es un siglo de crisis, en el que España ha perdido su supremacía en el continente, las ganancias de las Indias se hacen cada vez menores, hay numerosas guerras, epidemias, decaen la agricultura, la industria y el comercio. La burguesía va perdiendo influencia, la nobleza y el clero acaparan las tierras, dejando gran parte de los campos sin cultivar. La miseria se extiende entre las clases populares, que abandonan el campo, donde la delincuencia es un fenómeno común, y buscan la supervivencia en las grandes ciudades, en las que crece de modo alarmante el número de desempleados, mendigos, pícaros y ladrones.



Miguel de Cervantes

Nació  en 1547; de su época de estudiante datan sus primeros trabajos poéticos. Típico hombre renacentista, su vida se dividió entre las armas y las letras. En ambas su labor fue destacada, aunque no igualmente reconocida. Como soldado, participó en varias batallas, incluyendo la de Lepanto, donde perdió el uso de la mano izquierda. Por ese tiempo fue hecho prisionero por los piratas turcos, y debió estar cautivo en Argel en espera de un rescate por dinero durante cinco años. A su regreso a España se encontró en la mayor pobreza, por lo cual tuvo que desempeñar diversos oficios, hasta el de recaudador de impuestos para la Armada Invencible, que lo lleva a la cárcel en 1602 por deudas y quiebras de sus aseguradores. Tal vez fue en prisión que comenzó a escribir su obra maestra, Don Quijote, ya que de ella afirma que “se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad hace su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación”, si bien esto puede haber sido dicho en sentido metafórico, aludiendo a  la cautividad de la vida terrena, al cuerpo cautivo del espíritu.
A partir de la derrota de la Armada Invencible, en 1588, se inicia en España un sentimiento de fracaso generalizado: ya no existe la esperanza de un dominio español mayor. Las novelas de caballerías que satiriza Cervantes en el Quijote habían sido leídas por hombres que creían posible la mayor grandeza. América guardaba para ellos misterios, leyendas, aventuras, todo lo que termina en la época en que aparece esta novela. Este es un tiempo de desengaño, de choque entre la realidad presente y lo soñado.
  La obra de Cervantes comprende poesía lírica, narraciones y obras dramáticas.
a) Poesía lírica: se conservan unas 38 composiciones de variado valor, a veces con formas cultas, a veces con formas populares
b) Dramas: cultivó este autor la comedia, la tragedia y el entremés (obra pequeña, con asuntos cotidianos, con personajes de pueblo y un lenguaje cercano y gracioso), obteniendo un reconocimiento moderado.
c) Narraciones: escribe Cervantes novelas pastoriles (“La Galatea”), caballerescas (“Don Quijote”), de aventuras (“Los trabajos de Persiles y Segismunda”) y una serie de doce novelas breves, de intención moralizante, que él llama “novelas ejemplares”.
Desde la publicación en España de la novela de caballerías “Amadís de Gaula”, los lectores comienzan a deleitarse con las historias grandiosas, aunque inverosímiles, propias de este tipo de obras. Cervantes también las leyó, pero con mirada crítica. Les critica su falta de enseñanza (deleitan, pero no enseñan),que carecen de verdad histórica, que no son verosímiles, que su estilo es muy artificioso. De allí que las parodie en la obra que estudiaremos. Allí hay también personajes y situaciones propios de la novela pastoril y picaresca, si bien el autor no se burla de ellos, tal vez sintiéndolos más cercanos espiritualmente.

“EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA”

Esta obra es hoy considerada el origen de la novela moderna, obra maestra de su autor. Su primera parte apareció publicada en 1605. 
Comienza con una dedicatoria al duque de Béjar, protector de Cervantes, seguida de un prólogo donde el autor, con tono desenfadado, plantea una crítica contra ciertos escritores de su época, deseosos de mostrar su erudición. Era frecuente que las obras aparecieran acompañadas por elogios de personas importantes, y Cervantes plantea que un amigo le aconsejó inventar dichos elogios, ya que no los tenía. Es por eso que a continuación hay una serie de poemas dedicados a Don Quijote, a Dulcinea, a Sancho, poemas firmados por personajes de ficción, que terminan con un diálogo en verso entre el caballo del Cid y el de Don Quijote. La narración propiamente dicha se articula en 52 capítulos, en los cuales se relatan dos salidas del personaje, una en la que va solo y otra en que es acompañado por Sancho, como escudero. Este último es el complemento perfecto para el idealismo de Don Quijote, ya que es un personaje práctico, que sólo cree lo que ve, con lo cual la percepción de la “realidad” no siempre es la misma para el caballero y el escudero. Otros, como el cura y el barbero, reaparecen en distintas partes de la novela. Además hay gran cantidad de personajes episódicos, cada uno con su historia, que complican la intriga. Toda esta acumulación de personajes, de historias, de aventuras, esta complejidad y diversificación de la trama, dan a la obra su carácter abierto y barroco.

La primera parte de la obra es una novela de forma abierta, formada por episodios cuya unidad surge del personaje central y de la relación que él establece con todos los demás.

En 1614, mientras Cervantes estaba escribiendo la segunda parte de la novela, aparece la continuación de la misma, firmada por Fernández de Avellaneda, seudónimo de un autor que no se dio a conocer. Es la suya una versión inferior, con un Quijote antipático y empequeñecido, sin mayor éxito. Esto motivó a Cervantes a desmentirlo reiteradas veces en su segunda parte, que aparece en 1615. Está dedicada al Conde de Lemos, otro protector, y consta de 74 capítulos y una sola salida del personaje, con un estilo más trabajado y preciso, y con mayor unidad de composición. Termina con la muerte del personaje, para evitar continuaciones.

Se discute a veces el origen de la historia, si tiene base real o literaria. Si bien Don Quijote es un personaje de ficción, se habló en la época de casos de personas que perdieron el juicio por leer novelas de caballerías. Por otro lado hay una obra, “El entremés de los romances”, cuyo protagonista enloqueció por leer romances. No sabemos si es o no anterior a la obra de Cervantes, o si influyó en ella.

Cervantes, quien se presenta como autor del prólogo y narración de ambas partes, aparece como recopilador de distintas tradiciones. Afirma la existencia de autores que escribieron sobre el Quijote, para darle verosimilitud, y a partir del capítulo 9 dice apelar a un supuesto manuscrito árabe, de un tal Cide Hamete Benengeli, que parece agotarse en la primera parte, pero reaparece sin explicaciones en la segunda. Benengeli significa “hijo de ciervo”, lo que coincide sugestivamente con el apellido del autor, Es como un juego de espejos: Cervantes crea a Cide Hamete, quien crea a Alonso Quijana, quien crea a Don Quijote...

Por último, digamos que la obra tiene a la vez elementos del estilo barroco y manierista. El carácter barroco está en la forma abierta de la novela, la acumulación de elementos, personajes y acciones, los múltiples contrastes de los personajes y el ritmo dinámico de la narración. El Manierismo fue un estilo artístico y literario de fines del siglo XVI y comienzos del XVII, de espíritu aristocrático, intelectualista. Se da en esta obra en el planteo de la relación entre el creador y el arte, la doble naturaleza del héroe (ridículo y sublime) y la inclusión de narraciones menores dentro de la novela, lo que se conoce como “arte dentro del arte”.

4ºaño: Información para Lazarillo de Tromes




SIGLOS DE ORO ESPAÑOLES

Se conoce con este nombre a un período muy importante para España en lo artístico y literario. Abarca los siglos XVI y XVII, Renacimiento y Barroco respectivamente, época que el español de hoy recuerda a la vez con orgullo (por el esplendor artístico, por la unificación nacional) y vergüenza (por la rígida diferenciación de clases y el racismo existentes en su país por entonces).    

    RENACIMIENTO
    
Es una época en que resurgen las ideas y formas de la Antigüedad clásica, modificadas por la influencia de la Edad Media y el cristianismo. 
Se produce un movimiento cultural nuevo, el Humanismo, iniciado en Italia, que considera al hombre el centro del universo y dedica sus esfuerzos al estudio de las letras humanas. Adquieren gran importancia las universidades y florecen los “mecenas”, los protectores de los artistas. Se quiere restaurar el ideal educativo de la Antigüedad, que apuntaba a formar al hombre por igual en lo físico, moral, intelectual y artístico.
Entre los rasgos significativos de la cultura renacentista se destaca el individualismo, el hombre como centro del mundo y dueño de su destino. Hay gran vitalidad en la cultura: en el arte, la literatura, y también se percibe el esplendor de sus cortes y palacios. Es una época de optimismo, en la que se piensa que el universo y la naturaleza están a disposición del ser humano, que se cree capaz de dominarlos racionalmente. La confianza en el poder de la razón explica la idea de progreso propia del Renacimiento: se considera que el saber puede hacer cada vez mejor al hombre. 
España se encuentra unificada en lo político (monarquía), en lo religioso (catolicismo) y en lo lingüístico (castellano), pero esa unidad es todavía inestable. Hay en España muchos judíos y musulmanes “conversos”, que se convirtieron al cristianismo (o lo simularon) para evitar la expulsión del país. 
Pese a las riquezas obtenidas de América, los gastos de las continuas guerras llevaron a la pobreza. Los campos se van despoblando y aumentan los impuestos. La nobleza se organiza en jerarquías; en la cúspide están los títulos más altos (duques, condes, marqueses), luego vienen los caballeros y por último los hidalgos. Todos ellos estaban eximidos de pagar impuestos, por lo que los que no eran nobles hicieron cuanto pudieron para adquirir al menos la categoría de hidalgo, sea por compra de títulos, por soborno o adquisición de tierras. 
Culturalmente, el panorama se va haciendo cada vez más difícil, se publican listas de libros prohibidos y se censura previamente cualquier publicación. La Iglesia y el Estado tienen un fuerte control de todos los asuntos humanos, incluyendo el arte.
La literatura del Renacimiento en general busca la perfección, el orden, la claridad, sencillez, equilibrio y simetría. Es un arte para minorías, severo y exquisito.    



    BARROCO

El término “barroco” tuvo en su origen un significado peyorativo (“perla irregular”), pero ha sido aceptado luego para definir el conjunto de rasgos propios de la cultura del siglo XVII. No se produce una ruptura con el Renacimiento, sino una continuidad y evolución. Es un período en general visto como confuso, caprichoso y falto de reglas, con una actitud de angustia y decepción, por oposición a la euforia renacentista. Se vuelve a insistir en ideas medievales como la brevedad de la vida, la fugacidad de lo terrenal, el desengaño, una concepción negativa del mundo, que aparece como caos, desorden y confusión. 
En cuanto a las artes, podemos notar que se utiliza una rica ornamentación, con figuras en movimiento, con gran detallismo y expresividad. En pintura, las masas de color sustituyen a las líneas, se buscan los contrastes entre luz y sombras y las perspectivas sorprendentes. “El arte barroco sustituye la serenidad y severidad del arte clásico por un arte acumulativo que busca impresionar los sentidos y la imaginación con estímulos poderosos e inusuales”. Apunta al entendimiento a través de imágenes brillantes y juegos de conceptos, pero también al sentimiento, excitando la admiración, el terror, la compasión y sorpresa del lector. Toca temas pintorescos, grotescos o monstruosos, y se caracteriza por el gusto por lo irregular, lo complicado, detallado, sobrecargado, la exageración, las ambigüedades, los contrastes y las ironías.
  Es un siglo de crisis, en el que España ha perdido su supremacía en el continente, las ganancias de las Indias se hacen cada vez menores, hay numerosas guerras, epidemias, decaen la agricultura, la industria y el comercio. La burguesía va perdiendo influencia, la nobleza y el clero acaparan las tierras, dejando gran parte de los campos sin cultivar. La miseria se extiende entre las clases populares, que abandonan el campo, donde la delincuencia es un fenómeno común, y buscan la supervivencia en las grandes ciudades, en las que crece de modo alarmante el número de desempleados, mendigos, pícaros y ladrones.

“LAZARILLO DE TORMES”

Es una novela, es decir, un relato extenso, en prosa, en el que intervienen personajes y se desarrollan sucesos en un marco social determinado. Se ubica en España, a mediados del siglo XVI, durante el reinado de Carlos V. Podemos encontrar en la época distintos tipos de novelas, a saber:
a) NOVELA DE CABALLERÍA: es la que narra las hazañas de un héroe joven, noble y hermoso, que resulta casi invencible frente a cualquier enemigo, ya sea humano, mago o monstruo. Está por lo general enamorado de una hermosa y virtuosa dama, a quien dedica sus triunfos. 
b) NOVELA SENTIMENTAL: tiene por tema el relato de los amores desventurados, apasionados y trágicos de una pareja, que logra vencer dificultades casi insalvables para llevar a buen término sus sentimientos. 
c) NOVELA PASTORIL: aquí también hay un tema amoroso, pero lo más importante es el marco natural en que se ubican, paisaje muy armónico y pacífico, con pastores cultos, que cantan a sus amadas en bellas poesías. 
d) NOVELA PICARESCA: es en cierta forma la antítesis de las otras, ya que habla de problemas tan reales como el hambre, la hostilidad del mundo, la soledad del individuo. Se trata de un género nuevo, propio de España.
Las novelas picarescas son en general relatos que parecen autobiográficos, es decir que es el propio protagonista el que cuenta su historia. El pícaro es un ser tan insignificante, socialmente hablando, que no tiene alguien que se ocupe de contar su vida: él mismo debe tomar la palabra. Por contraste, el héroe caballeresco siempre tiene un biógrafo, alguien que conoce todas sus hazañas.
Estas novelas se desenvuelven de modo lineal, sin saltos ni cambios bruscos en la temporalidad. Generalmente se presentan como una sucesión de episodios, y tienen como personaje central a un muchacho que pasa por muchos amos y atraviesa una serie de conflictos resueltos con humor. No hay grandes pasiones, y por eso carece de complicaciones trágicas. Su protagonista es con frecuencia antiheroico.
Se define al pícaro como “un mozo nacido casi siempre de padres pobres y de baja extracción, rara vez honrados, el cual por culpa de malas compañías o por falta de instrucción, al verse lanzado a la confusión de la vida y entregado a sí mismo, cae en la vagancia, se aparta del trabajo y lucha contra la vida como puede, con osadía y falta de escrúpulos, con engaño, malicia y malas artes. Su distintivo externo es el aspecto andrajoso, pero no la deformidad física. Sus ocupaciones son el pedir limosna, los bajos trabajos de ocasión, el vagar perezosamente de ciudad en ciudad. La necesidad de vivir lo hace desvergonzado y sin escrúpulos, pero no quisiera ser otra cosa que lo que es, no cambiaría su libre y despreocupada existencia por una sedentariedad honorable, a cambio de una cama y un techo.”
“Lazarillo de Tormes” no coincide con esto en todos los aspectos: él trata de cambiar su suerte, y se siente feliz cuando lo logra. No es, entonces, una típica obra picaresca, sino un antecedente de la misma. Por otra parte la novela picaresca tiene la tendencia a moralizar, a incluir reflexiones morales luego que han transcurrido, en la ficción, muchos años de los hechos narrados. El pícaro solo ve en la vida algo pasajero, que no vale la pena ser tomado en serio ni con mucho esfuerzo. Hay en esto un fondo trágico que el humor no puede borrar, si bien en “Lazarillo” la visión pesimista es menos fuerte. Lázaro es simpático, con una alegría de vivir típicamente renacentista. 
El título de la obra que nos ocupa es “Vida de Lazarillo de Tormes, de sus fortunas y adversidades”. Se supone que tuvo una primera edición en el año 1553, que no se ha conservado. En 1554 se edita la obra en tres ciudades, y cinco años más tarde se prohíbe su circulación en España, aunque muchos ejemplares entraron por los países limítrofes. En 1573 se publica “Lazarillo castigado”, una versión censurada de la obra, sin los tratados que más criticaban al clero, y no volvió a ser editada en forma completa hasta el siglo XIX. En cuanto a la fecha de composición, es incierta, apenas delimitada por dos alusiones históricas presentes en el texto: se menciona la batalla de los Gelves, contra los moros, lo cual nos ubicaría en 1510 o 1520, y también las cortes de Toledo, que se desarrollaron en 1525 y 1538.
El autor de la obra prefirió ocultar su identidad, lo que ha dado pie a muchas teorías sobre los motivos que lo llevaron al anonimato. ¿Sería un destacado político, o un religioso, que no quiso arriesgar su prestigio en esta obra? ¿Un judío converso? ¿O tal vez alguien inhibido por el carácter autobiográfico de la obra? Lo cierto es que no se sabe con certeza quién fue.
No pasó mucho tiempo antes de que aparecieran continuadores para obra tan exitosa como esta. Nuevas versiones continuaron surgiendo, incluso en pleno siglo XX.
En cuanto a su estructura, la novela cuenta en primera persona la vida de un joven que pasa de amo en amo, desde su infancia hasta su juventud. Se narra la vida de Lázaro, a la vez que se describe un cuadro de su sociedad con intención crítica, describiendo sus tipos y costumbres. La obra está desarrollada como una sucesión de episodios de desigual extensión. Se organiza en siete tratados y un prólogo, y su unidad se asegura por la figura del personaje central, siempre presente. Los distintos amos sirven para presentar a distintas clases de personas de la época: los mendigos, los curas, los nobles empobrecidos, los artistas, por ejemplo.
El argumento de la novela al final muestra el estado de miseria y deshonor al que las circunstancias habrían conducido a Lázaro. Los tres primeros tratados están centrados en el tema del hambre, así como los últimos tienen en común el afán de ascenso social y el paralelo descenso moral del protagonista. Lazarillo es un tipo humano, que va madurando y perdiendo ingenuidad a lo largo de la obra, hasta terminar en el desilusionado conformismo del final, cuando acepta una situación indigna al ser engañado por su esposa –si bien nunca lo reconoce abiertamente- con el jefe de ambos, el Arcipreste de San Salvador, a cambio de casa, ropa y trabajo.
El estilo en este libro es sobrio, nunca se acumulan detalles innecesarios, las descripciones y los diálogos son sencillos, sin elementos fantásticos. La novedad de la obra estaba en el uso de la primera persona: toda la novela parece ser una carta dirigida a alguien a quien el protagonista llama “vuestra merced”. Lázaro no cuenta toda su vida, sino aquello que quiere mostrar para explicar (y justificar) su forma de vivir. 

domingo, 1 de octubre de 2017

5º año Artístico: segunda prueba

La propuesta para la segunda prueba de 5º año Diversificación Artística implica una o dos instancias, dependiendo de la última calificación del estudiante después del escrito de Shakespeare. Todos deben realizar la propuesta creativa, pero solo quienes tienen calificación 7 o menos deberán hacer también la prueba escrita (y en ese caso la nota será un promedio entre ambas). 


PRUEBA ESCRITA

Si la calificación es 1, 2, 3 o 4 el estudiante deberá preparar la información y el análisis de tres unidades (cada unidad implica un autor y un texto), si es 5 o 6, dos, y si es 7 preparará solo una. Los estudiantes que tengan calificación de 8 o más no tienen que hacer la parte escrita. El día de la prueba vienen a clase y tendrán una tarea grupal para desarrollar con otros compañeros.
Los autores propuestos son los estudiados en la segunda mitad del año, es decir Dante, Shakespeare y Cervantes. Según cuánto hayamos dado de cada uno la docente elegirá qué autor/es le tocará preparar a cada persona.
Cabe aclarar que esta modalidad de prueba diferenciada no busca castigar a quien hasta ahora no ha alcanzado una buena calificación sino, por el contrario, premiar a quien ha tenido un buen desempeño en el curso.



PROPUESTA CREATIVA

La propuesta es elegir un fragmento de uno de los textos que hemos dado en el curso y crear, a partir de él, una obra nueva, que puede ser: un corto, una animación, una recreación fotográfica, una representación teatral, un audiotexto u otra forma de expresión artística, previa consulta con la profesora.
Debe existir una sólida fundamentación de la propuesta desarrollada; la profesora puede interrogar a cualquier integrante del equipo respecto a sus decisiones artísticas y los por qués de las mismas. 
La evaluación de esta propuesta tendrá en cuenta el conocimiento del texto demostrado, la creatividad, el esfuerzo invertido y el ajuste a la tarea solicitada.

Se realizará en forma individual o grupal, con un máximo de cuatro integrantes, que pueden ser de diferentes clases, si lo desean (2DA1 y 2DA2). En caso de optar por una creación literaria o plástica (un cuadro, una escultura) solo se aceptarán trabajos individuales.
El plazo para presentar esta parte de la prueba tiene como último plazo  el viernes 27 de Octubre. Las obras serán presentadas en clase. 

Por consultas: laprofedelit@gmail.com
¡Suerte, y a sacar lo mejor de todos!