lunes, 15 de junio de 2015

miércoles, 10 de junio de 2015

5º año: comentario de las Bienaventuranzas.

COMENTARIO GENERAL DE LAS BIENAVENTURANZAS


     Se llama bienaventuranzas a una serie de alabanzas o bendiciones a los poseedores de cierta virtud, en función del bien que por ello reciben. También son llamadas beatitudes, pues “beati”, en latín, significa bienaventurado. En cuanto a su número, aunque son nueve, algunos autores ven en ellas ocho, al unir la primera y la segunda, o diez, si cuentan todo sitio en que dice la palabra “bienaventurado”. Su orden puede variar según la traducción, pero siempre son iguales la primera y la última.
     Se trata de un fragmento de prosa rítmica, en el cual cada frase está dividida en dos hemistiquios, relacionados por la forma y los contenidos. El primero contiene una paradoja, ya que se alaba al poseedor de una cualiad por lo general despreciable según la valoración corriente. En Mateo las bienaventuranzas no tienen una atribución personal  ( “de ellos es...”) , mientras que en Lucas se dirigen inequívocamente a sus escuchas ( “vosotros...”).
     Al finalizar el capítulo 4 se plantea cómo Jesús se rodea de sus discípulos para predicar a la muchedumbre reunida, y cómo ya tenía gran fama de sanador y era seguido por personas de diferentes ciudades. Esto nos prepara para asistir al discurso de un líder, el cual en el principio del capìtulo 5 toma asiento, se rodea de sus discípulos y comienza a enseñarles.
                   “Bienaventurados los pobres de espíritu, 
                     porque de ellos es el reino de los cielos.”
      Aquí la pobreza es tomada como actitud espiritual, interna, frente a los bienes materiales. Es el hecho de haber vencido al deseo de posesión, la envidia, etc..En Lucas se habla de la pobreza material (“los pobres”), lo cual no deja lugar a dudas sobre su interpretación. Tal vez la riqueza se condene por el peligro de su mal uso, que conllevaría el olvido de los bienes espirituales superiores. No olvidemos que Cristo se dirigía a pescadores, artesanos, personas pobres, pero no en la miseria. Mahatma Gandhi afirmó en cierta ocasión “Yo no elogio la pobreza voluntaria a quienes padecen la pobreza involuntaria”. Jesús tampoco elogia la miseria, que es injusta, pero exige que, independientemente de lo que se posee, el espíritu esté libre del deseo de posesión.
     Los “pobres de espíritu” también podrían ser los humildes, los que reconocen ante Dios que nada tienen y nada son.
    La recompensa para ellos está presentada como una realidad presente, no futura. Los coloca en una posición de riqueza espiritual que contrasta con lo antrior, ya que se les da “el reino de los cielos”, forma muy propia de Mateo para referirse a la salvación del alma.
                      “Bienaventurados los mansos,
                        porque ellos poseerán en herencia la tierra”
     Para algunos críticos esta bienaventuranza sería una glosa de la anterior, lo que reduciría el número de bendiciones a ocho. Aquí la promesa sí tiene un carácter de futuro, y lo que se ofrece es la tierra. Esto recuerda al Antiguo Testamento, donde se prometía a los fieles la tierra de Canaán.
     El ser manso supone una actitud de altruismo, de paz, humildad y bondad, de la que Jesús mismo se puso como ejemplo en Mateo 11: 28 (“...aprended de mí, que soy humilde y manso de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”). No se está elogiando la abulia o la pereza, ya que en Proverbios se afirma : “desea el haragán, pero nada logra”, así como la simple indiferencia, criticada en el Apocalipsis.
     Tal vez haya aquí una referencia política, aconsejando a los oyentes la resignación y la confianza en Dios ante la dominación extranjera, en este caso del Imperio Romano. La idea sería que toda violencia está originada en el egoísmo, en el orgullo, que imposibilitan el verdadero amor, por lo cual se condenan sin importar el motivo. La causa noble no admite una defensa innoble.
                      “Bienaventurados los que lloran,
                       porque ellos serán consolados.”
     En algunas versiones se dice “los afligidos”. Es una bienaventuranza muy discutida, y también se encuentra en Lucas, por oposición a los que ríen. Es obvio que se habla del llorar para referirse a la causa del llanto, el sufrimiento. Estamos ante un recurso literario llamado sinécdoque, ya que se menciona una parte (el llanto) para sugerir la totalidad (el sufrimiento). La pregunta es si se está exaltando el sufrimiento como virtud en sí mismo, o si se exalta el motivo no explicitado (llorar por os sufrimientos ajenos, por la injusticia, por la conciencia de los propios pecados) o tal vez la actitud interior de aceptación, paciencia,el afán de purificación.
     No hay aquí un contraste entre los dos hemistiquios, sino que el segundo plantea la solución para el sufrimiento antes planteado. 
      Las tres primeras bienaventuranzas proponen la pobreza, mansedumbre y sufrimiento como motivo de bendición. Hay quienes han planteado que es esta una moral muy conveniente para los ricos, los verdugos, los tiranos. ¿Se está proponiendo una moral de esclavos, en beneficio de sus opresores? ¿Se está adormeciendo todo instinto de libertad, afán de justicia, todo esfuerzo de la dignidad humana por lograr el respeto que merece? La posición cristiana plantea que esto no es así, ya que las bienaventuranzas son una invitación al desprendimiento de los lazos con los que la soberbia y el orgullo esclavizan al hombre. Serían el planteo de una purificación esencial que llevaría a la práctica de la caridad, y por lo tanto puede considerárselas bienaventuranzas de liberación, seguidas por seis de grandeza.
                        “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia
                          porque ellos serán saciados.”
     Es la primera de las bienaventuranzas de solidaridad, de magnanimidad, que responsabiliza al hombre por la suerte de su prójimo. Se diferencia del planteo de Lucas, ya que este último habla de “hambre”, tomada en sentido material, literalmente. De este modo se parecería a la primera, la que habla de la pobreza, pero en Mateo adquiere un sentido dierente. Mateo hace una doble metáfora al hablar de la necesidad de justicia como hambre y sed y al referirse al logro de la misma como saciedad. Hambre y sed son necesidades primarias, urgentes, irresistibles y nunca saciadas definitivamente, con lo que no se alude al simple deseo de justicia o al simple malestar por la injusticia, estados superficiales que no son alabados aquí. La promesa contenida en el segundo hemistiquio asegura el advenimiento de un sistema esencialmente justo, donde tales necesidades serán saciadas.
                         “Bienaventurados los misericordiosos,
                           porque ellos alcanzarán misericordia”
     En este caso ambos hemistiquios contienen la misma raíz, que sólo una vez más aparecrá en el Nuevo Testamento, y que deriva de miseria y corazón (”cordia”), significando el amor a la miseria en el sentido de compasión, amor al prójmo, capacidadd e sufrir con él. La idea básica es que se obtiene lo que se da, como el perdonar para ser perdonado, no juzgar para no ser juzgado, etc.
                            “Bienaventurados los puros de corazón,
                             porque ellos verán a Dios”
     Aquí al corazón se le atribuye la capacidad de conocer, de ver como conocimiento, ver que sería terrible para el hombre común, pecador, que no podría resistirla. Recordemos que Dios en el texto bíblico aparece manifestándose como una voz, una nube, truenos y relámpagos, un ángel, entre otras formas. Se habla en este caso de los limpios o los puros, es decir, sin mancha o sin mezcla. ¿Quiénes serían? ¿Los ingenuos, los que no conocen el mal? Esto sería absurdo, pues limitaría el poder de Dios a los niños, y tomaría la ignorancia como una virtud. ¿Serán los puros de corazón los inocentes, que conocen el mal pero no lo practican? Podría ser, pero esto limitaría mucho las posibilidades, ya que el hombre es pecador por esencia. La acepción más probable es que se refiere a los rectos, los que conocen el bien y el mal, que pueden llegar a pecar pero se arrepienten sinceramente y que reconocen sin mentir todas sus acciones.
                            “Bienaventurados los pacíficos,
                              porque ellos sarán llamados hijos de Dios.”
      Es muy similar a la de los mansos, pero no se confunden: antes se enseñaba la pacificación de uno mismo, la mansedumbre, ahora, la lucha por la paz en la sociedad. La paz no aparece como ausencia de problemas, sino como un estado de serenidad profunda que permite al alma descubrir, tras el caos y el horror cotidianos, el rostro sereno e inmutable de Dios. La paz supondría la unión y coherencia con uno mismo, con los otros hombres y con Dios. No olvidemos, por último, que el Mesías es anunciado como un rey pacífico. El mesianismo sería una era de paz.
                              “Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
                               porque de ellos es el reino de los cielos”
     En este caso ambos hemistiquios retoman elementos mencionados con anterioridad. La justicia aparece aquí como causa de persecución y martirio, y quienes sufren por ella son alabados. Se accede a la salvación por el sufrimiento, lo cual es una idea transgresora, ya que antes se creía que éste era el castigo por un pecado anterior. Jesús plantea que el justo puede sufrir sin haber pecado, y que su dolor no es un castigo.
                             “Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan, y digan con mentiras toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.”    
     Esta es una paráfrasis de la bienaventuranza anterior, es decir, que explica o aclara su sentido. Extiende su significado, planteando otras posibles conductas de parte de los enemigos hacia sus seguidores. Se anuncian, con sentido profético, las luchas y sufrimientos futuros de sus seguidores. Jesús se equipara a la justicia al decir que “serán perseguidos por mi causa”, mientras antes dijo que serían “perseguidos por la justicia”. En este fragmento se pasa a una segunda persona concreta, definida: vosotros. Es un recurso oratorio mediante el cual Jesús sacude a  sus oyentes, rompiendo la monotonía de la pausa rítmica. con esto muestra a sus oyentes que ellos son los “bienaventurados” de los que hablaba antes. Cuando se menciona a los antiguos profetas se señala la continuidad con el Antiguo Testamento, muy presente a lo largo de todo el Sermón del Monte. 


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domingo, 7 de junio de 2015

6º año: Videos sobre el arte vanguardista del siglo XX

Miradas sobre el arte en el siglo XX



Vanguardias



Surrealismo



Expresionismo abstracto



6º año: Vanguardias artísticas del siglo XX

VANGUARDIAS ARTÍSTICAS DEL SIGLO XX


Estudiar el arte del siglo XX no parece tarea fácil, dado que hace poco ha terminado. Por otra parte, se trata de un período con gran variedad y diversidad de tendencias, lo que implica que no haya “escuelas poéticas”: cada poeta significa una actitud estética diferente, a menudo cambiante durante su vida. Hay una abundancia de material impreso que a veces llega a convertir al libro en un simple objeto para la sociedad de consumo. Por último, anotemos que son típicos del siglo XX el ritmo vertiginoso de la vida en las ciudades, las tensiones de la vida moderna, la masificación y el desarrollo de los medios de comunicación. Entre los acontecimientos culturales más relevantes mencionamos al cine, la radio y la TV, la informática, la exploración del espacio, los avances de Freud valorizando el inconsciente como campo de conocimiento del alma humana y los de Einstein y su teoría de la relatividad.
No solamente en lo cultural se han procesado grandes transformaciones, sino que también han tenido lugar importantes, y a menudo terribles, acontecimientos históricos. Podemos hablar de un antes y un después de las dos guerras mundiales a nivel artístico. Antes de la Primera Guerra la vida se caracterizaba por la euforia económica y social basada en el capitalismo. El hombre estaba embriagado por la cultura de la velocidad y los grandes progresos científicos y técnicos. A esto sucede, tras la guerra, la desilusión y el resquebrajamiento moral.
En el siglo XX   la poesía quebró la estructura rimada y la métrica, abandonando también el tradicional concepto de lo poético para abundar en lo no poético y hasta en lo antipoético, tomando en cuenta elementos ajenos a las imágenes que antes sugerían armonía y belleza.
Con una metáfora de la vida militar (vanguardias) se denominaron a sí mismas una serie de corrientes artísticas que sacudieron el panorama europeo desde antes de la Primera Guerra Mundial hasta los primeros años de la segunda postguerra. Se suceden a un ritmo muy rápido: Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, Expresionismo y otros. Muchos de ellos afectan por igual a las artes plásticas, al arte escénico o cinematográfico y a las letras. Algunos pasan como efímeras modas, otros dejan una huella imborrable.
La vanguardia no es una escuela, una tendencia o una manera determinada. Lo más representativo de ellas está en sus manifiestos. Un rasgo interesante fue el desinterés estético y la tendencia a considerar más importante la originalidad que la perfección. Todos los movimientos de vanguardia son antitradicionalistas: rompen con las normas y van contra todo lo tradicional. Esto explica su tendencia al escándalo, la excentricidad, el exhibicionismo. Son también cosmopolitas: surgen en diferentes países, dentro del continente europeo. Se busca lo irracional, lo que escapa a la inteligencia y sensibilidad de la mayoría de los hombres. Los poetas vanguardistas son muy individualistas: se proclama el subjetivismo o el capricho individual como factor decisivo en la creación. No es un arte para mayorías, sino para unos pocos. El arte en general comienza a usar el humor, un humor negro, desencantado. Otras características son el hermetismo (deliberada oscuridad de la obra, que cada lector interpretará a su modo), el rechazo a la imitación de la realidad, a lo anecdótico y decorativo, y la integración de todas las artes.

FUTURISMO

Fue el primer movimiento de vanguardia, surgido alrededor de 1910, en Italia, con Marinetti. “Queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y la temeridad”. Es la tendencia literaria que refleja, en la poesía, la admiración por el maquinismo y el dinamismo del mundo moderno. Entre otras revolucionarias propuestas plantean que hay que destruir bibliotecas, museos y obras de arte, que fomentan la veneración por el pasado, y sustituir la asociación entre mujer y belleza por la asociación entre la máquina y la belleza. Proponen la utilidad de la guerra como higiene del mundo. Con el tiempo, algunos futuristas se fueron deslizando hacia el fascismo, sobre todo por su glorificación de la guerra, el militarismo y el patriotismo.
Formalmente atacan la gramática, la sintaxis y el “orden lógico” de las palabras, que serían obstáculos para la expresión de lo puramente sensible. Algunos autores futuristas fueron Maiakovsky, en Rusia, y Filippo Marinetti, en Italia.En 1912 se publica el “Manifiesto técnico de la literatura futurista”, firmado por Marinetti, donde se propone, entre otras cosas: destruir la sintaxis, disponer las palabras al azar, emplear los verbos en infinitivo (para expresarse por intuición, sin que intervenga el yo del escritor), suprimir adjetivos (que suponen una pausa, una meditación, algo no dinámico)  y los adverbios (porque dan a la frase una fastidiosa unidad de tono), abolir la puntuación y utilizar en su lugar signos matemáticos y musicales, introducir en el poema el ruido, el peso, el olor, innovar a través de la disposición tipográfica de la página, con diferentes letras y colores, sin renglones, con lo que el poema se acerca a la composición pictórica.

CUBISMO
 El Cubismo nace como escuela pictórica hacia 1907, pero el llamado cubismo literario arranca hacia 1913, con Guillaume Apollinaire, Max Jacob y Jean Cocteau, entre otros. Se propone descomponer la realidad para proceder a composiciones libres de conceptos, frases o imágenes. Se define al Cubismo como el arte de descomponer y recomponer la realidad, presentando los objetos en todas sus facetas a la vez, con proyección simultánea de imágenes. Concepción abstracta y cerebral del arte, afirma que para gustar de una obra de arte nuevo hay que aprender a comprenderlo, no entenderlo. A ello se añaden (sobre todo tras los famosos “Calligrammes”, de Apollinaire) especiales disposiciones tipográficas de los versos, formando “imágenes visuales”. El cubismo literario plantea que las palabras deben estar en libertad, sin puntuación, da gran importancia a las imágenes en relación con lo subconsciente, elimina lo anecdótico y descriptivo y utiliza el fragmentarismo y el humorismo como recursos frecuentes.

DADAÍSMO

El Dadaísmo, encabezado por Tristán Tzara, surge en Suiza, en 1916, y se destaca como el movimiento más rico en manifiestos y actos. Su nombre (elegido al azar, abriendo un diccionario con un cuchillo) es el de un balbuceo infantil: da-da. El movimiento Dadá o Dadaísmo implica la rebeldía contra la lógica, contra las convenciones estéticas o sociales, contra el sentido común. En el fondo, surge de un anárquico y  violento rechazo de una racionalidad que condujo al absurdo de una guerra. Propugna liberar “la fantasía de cada individuo”, superar todas las inhibiciones y recurrir a un lenguaje incoherente. Es la tendencia más radical y exagerada de la vanguardia, expresión máxima de la desintegración del arte. Atacan todos los valores tradicionales y proponen el desorden en la cultura, lo absurdo en vez de lo coherente, el humorismo ante lo serio y un escepticismo implacable.
Tzara: “Poned en un sombrero todas las palabras y sacad a la suerte: he ahí el poema dadá.” “El hombre no es nada. Medida con la escala de la eternidad toda acción es vana. Es inadmisible que un hombre deje huellas de su paso en la tierra.”
    Junto a Tzara, encontramos en Francia a André Breton, Paul Eluard y otros, que serían luego importantes surrealistas. En realidad, el Dadá preparó el camino al Surrealismo.


EXPRESIONISMO

    Nació Entre 1910 y 1933, como manifestación de dos grupos de pintores: “El puente” y “El jinete azul”. El Impresionismo era todavía un arte figurativo, mientras que el Expresionismo supone un paso más, se independiza de la realidad. Busca lo eterno, no las apariencias. Tiene un carácter moral, manifestado en su condena a la guerra  y su propuesta de fraternidad humana; es un arte comprometido con su realidad, que es instrumento de crítica social y política. No buscan la perfección formal sino la liberación de tensiones afectivas. Tienen un sentido trágico dela existencia, tratan temas intensos como la soledad, el dolor, el horror de la guerra, con un lenguaje altamente expresivo, que llega a la deformación de la realidad para plantear algo que subyace a un nivel más profundo. Reciben influencias del arte de las culturas primitivas, del arte de los niños y de los enfermos mentales, y fueron perseguidos por el nazismo como manifestación de un “arte degenerado”

SURREALISMO

El surrealismo es una de las revoluciones artísticas más importantes del siglo, que supone un cambio radical en la concepción del papel del arte y del trabajo del artista y que sigue vigente hoy, no sólo en la literatura, sino en el cine y en las más variadas manifestaciones culturales. El giro principal lo dará André Breton tras leer a Freud. En1924 publica el primer “Manifiesto surrealista”, que define la corriente en los siguientes términos: “automatismo psíquico puro, por el cual se intenta expresar verbalmente, sea por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de toda preocupación estética o moral.” Se propone una fusión de realidad y sueño, que debe significar una nueva forma de conocimiento, al que se llega por lo inconsciente, lo onírico, la magia, la infancia, la demencia, los estupefacientes, el humor, el amor, entre otros.
El surrealismo no se presenta sólo como una renovación estética, sino que pretende ser una revolución integral. Plantea una liberación total del hombre: liberación de los impulsos reprimidos en el subconsciente (según Freud) por una razón sumisa a las convenciones morales o sociales, o liberación de la represión que (según Marx) ejerce sobre el hombre la sociedad burguesa. A la poesía le corresponde el liberar el poder creador del hombre, “al dictado de un pensamiento libre de toda vigilancia ejercida por la razón”, ya que la razón está contaminada. Hay diversas técnicas para “registrar” de forma incontrolada, libre, los estados de ánimo, los impulsos profundos. Así, se intenta una escritura automática, realizada sin reflexión, o se recurre a las asociaciones de ideas, a veces mediante el collage de palabras recortadas de periódicos, siguiendo oscuras sugerencias. También es importante la exploración de lo onírico como campo donde aflora el inconsciente, aunque en forma de imágenes ilógicas, que reflejan contenidos latentes.