jueves, 13 de marzo de 2014

5º año: Información general sobre tragedia griega (primera unidad)

INFORMACIÓN GENERAL DE TRAGEDIA GRIEGA   (Prof. M Rodríguez)

PERÍODO CLÁSICO GRIEGO

Se conoce como clasicismo griego al período comprendido entre los siglos V y IV a.c., época de florecimiento de las artes, de consolidación de la democracia, de desarrollo de la filosofía y la historia. Es el momento en que surgen nombres tan importantes para la civilización occidental como Sócrates, Esquilo, Sófocles, Platón, Aristóteles y Eurípides. El centro cultural durante esos dos siglos fue Atenas. El alto número de extranjeros testimonia que los pueblos helénicos concebían a Atenas como una verdadera capital de su mundo cultural.
Los atenienses tuvieron desde el siglo V hasta la conquista de Grecia por Roma un estado democrático, el primero que registra la historia. Dicho sistema es similar al que existe hoy, pero se participaba de modo directo, no eligiendo representantes, y además la ciudadanía estaba reservada para unos pocos hombres libres (los esclavos no votaban), privándose de todos los derechos a los extranjeros residentes y a las mujeres. Este sistema de gobierno se basa en la elevada educación política, el gusto por la vida pública de sus ciudadanos y su disponibilidad del tiempo (por la existencia de esclavos y la simplicidad de la vida ateniense). La distribución de la riqueza  no tendía a crear hondas diferencias sociales. Todos los ciudadanos atenienses gozaban de la igualdad y tenían los mismos derechos políticos, pero los más ricos soportaban mayores impuestos y más obligaciones militares.
La característica más sobresaliente de la vida ateniense fue su sobriedad, la falta de lujos y comodidades. La plaza pública, o “ágora”, era el sitio más frecuentado de la ciudad, por negocios, reuniones políticas o sociales. Se decía que las condiciones que hacen feliz a un hombre son, en este orden, salud, belleza, riqueza y amistad.
Sus viviendas eran modestas, de materiales ligeros, techo de tejas, de color blanco, en general sin ventanas hacia el frente y dividida en el “androceo” (parte de la casa destinada a los varones) y el “gineceo”, para las mujeres. El vestido consistía en dos prendas, una túnica y un manto, generalmente de lana. Las damas usaban a veces prendas teñidas, pero lo usual es que fueran blancos. En sus casas andaban descalzos, y cuando salían se ponían unas sandalias atadas con correas. Los banquetes mostraban también la sencillez de sus costumbres: los invitados generalmente se reclinaban en literas, y comían en mesas individuales. Terminada la comida, se discutían cuestiones intelectuales entre los presentes, mientras se bebía vino mezclado con agua. A veces la reunión se animaba con la entrada de recitadores, juglares, músicos, etc.
La situación de la mujer variaba de acuerdo a las ciudades, pero en general carecía de instrucción y su matrimonio era acordado por sus parientes. Sus ocupaciones eran las tareas domésticas y el control del trabajo de las esclavas. Desde el punto de vista legal dependía del padre, y después del marido.
En cuanto a la educación, los varones la iniciaban a los siete años, cuando pasaban a educarse bajo la dirección de un preceptor que era a menudo un esclavo culto. Las lecciones le eran dadas en establecimientos privados especiales donde aprendía a leer y escribir, y también aritmética, gramática y dibujo, así como educación física. Luego estudiaba a los poetas griegos, recibía enseñanza musical, coral y danza. A los 18 años debía servir durante dos años en el ejército, donde aparte de instrucción militar estudiaba filosofía, retórica y ciencia. Se tendía, pues, a la formación integral del individuo, atendiendo por igual a lo físico, lo espiritual y lo intelectual.


   ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA TRAGEDIA
 
La tragedia nació del ditirambo, canto y danza ritual  en honor a  Dionisos, dios de la vegetación. El mito dice que Semele, hija de los reyes de Tebas, es seducida por Zeus y concibe a Dionisos. Hera, al saberlo, toma la apariencia de la nodriza de la muchacha y le sugiere que ruegue a su amante que se muestre tal como se mostraba a su esposa en el Olimpo. Zeus, que había prometido concederle lo que ella pidiera, cumple, y Semele cae fulminada por el rayo divino. Zeus rescata al feto del cuerpo de su madre, lo cose a su muslo, y allí tiene lugar el final de la gestación. Por eso Dionisos significa “el nacido dos veces”. Tras muchas aventuras, el niño se salva de las iras de Hera disfrazado de cabrito y al cuidado de las ninfas. Del mito se desprende que el dios muere y renace, como la vegetación a la que representa.
El ditirambo es el canto coral ligado a Dionisos. Estaba a cargo de unos cincuenta integrantes que cantaban y bailaban entusiastamente en círculos, disfrazados de machos cabríos para recrear parte del mito. Los integrantes del coro frecuentemente bebían vino para sentirse poseídos por el dios. Había al principio un preludio que desarrollaba un tema, seguido por el coro, que le respondía.
La tragedia propiamente dicha nació alrededor del siglo IV, con Tespis, un autor de ditirambos que modificó la forma tradicional para crear algo nuevo, la introducción de un actor (año 534 a.c.). Añadió a la tragedia un recitador que no formaba parte del coro, y que respondía a las preguntas de aquel, por lo cual se le llamó “hipocrités”, que significa “el que responde”. De ahí el sentido de “hipócrita” como el que finge (un actor es quien finge ser otro). De este modo nació el diálogo, aunque de forma elemental. Según la tradición, Tespis representaba sobre carretas, en las fiestas en honor a Dionisos, y él mismo era a la vez autor, actor y empresario. Obtuvo el primer premio en un concurso trágico que tal vez el primero de Atenas, y fue mejorando los medios técnicos para producir la ficción dramática.
Poco a poco la acción dramática se fue complicando, exigiendo más personajes, hasta que Esquilo introdujo el segundo actor (deuteragonista) y Sófocles el tercero (tritagonista). Podía haber un cuarto, de ser necesario. En cuanto al coro, Esquilo lo redujo a doce integrantes, que Sófocles llevó luego a quince. Este último comenzó a utilizar telones pintados para representar el lugar en que se ubica la acción.
Aristóteles define la tragedia como la “representación de una acción memorable y perfecta, de magnitud competente, recitando cada una de las partes por sí separadamente, realizada por medio de personajes que actúan y que no por modo de narración, sino moviendo a compasión y temor, dispone a la moderación de las pasiones.”
La tragedia es imitación de la realidad, pero solo de acciones importantes, dignas de ser recordadas. Su desarrollo debe transformar al espectador, mejorarlo, haciéndole sentir una mezcla de compasión y temor por la suerte desgraciada del héroe. De este modo canaliza su piedad y su miedo hacia el personaje, sintiendo una liberación interior, una purificación espiritual. Esta transformación es conocida como “catharsis”, y acerca al hombre al ideal de sophrosine, esto es, de equilibrio, armonía y sabiduría.
La comedia es una obra dramática derivada de cantos campesinos, con un humor a menudo exagerado y grotesco, que busca divertir al espectador abundando en el tema de los vicios y debilidades humanas.
Otra forma dramática era el drama satírico, una tragedia más próxima a la primitiva, que conservó el papel de los sátiros (hombres disfrazados de cabras), la risa mezclada al llanto, y las ocurrencias subidas de tono. Era más breve que la tragedia, y tenía sólo dos actores, con un mayor uso del humor y desenlace siempre feliz.

LOS CONCURSOS DRAMÁTICOS

Las representaciones dramáticas tenían lugar en Atenas tres veces al año, en las fiestas en honor a Dionisos. Las “Dionisíacas Urbanas”, que se celebraban en primavera, eran las más importantes, y a ellas acudía gente de diversas ciudades. La fiesta duraba seis días, y se iniciaba con un anuncio de las obras y autores que se presentaban, una procesión llevando la estatua del dios Dionisos, un concurso de ditirambos y, como principal atracción, un concurso de tragedias. Los espectáculos teatrales ocupaban los últimos tres días: por la mañana se representaba una tetralogía trágica (tres tragedias y un drama satírico) y una o dos comedias después del mediodía. Los concursos eran organizados por el Estado, quien designaba al ciudadano rico que corría con los gastos de las representaciones y a los diez jueces, representantes de los diez demos de la ciudad, que elegirían al ganador. Los autores que presentaban obras eran tres, y en primera mitad del siglo V hubo también un concurso de actores. Los nombres de los poetas ganadores pasaban a formar parte de las “Didascalias”, listas de vencedores talladas en la piedra. Los premios, por lo demás, eran de carácter simbólico, como una corona de yedra.

EL TEATRO Y LAS REPRESENTACIONES

El sitio en que están los espectadores de la obra originalmente pudo ser una plaza pública o un espacio libre en las cercanías del templo de Dionisos. Más tarde se construyeron teatros de madera, y luego de piedra, sobre la falda de una colina para aprovechar la pendiente natural del terreno. El edificio teatral conservó la forma circular, derivada del ditirambo, donde la muchedumbre formaba un círculo alrededor de los bailarines. Esta edificación también se utilizaba para danzas y asambleas, con capacidad para miles de espectadores. No en vano Platón llegó a hablar de una verdadera “teatrocracia” en Atenas, ya que era un evento de notable aceptación popular.
En cuanto a su estructura, el lugar de los espectadores está dividido en gradas, sectores y pasillos. Entre éste y la escena había un espacio circular destinado al coro: la “orkestra”, con un altar a Dionisos llamado “ara” en medio. El escenario se elevaba un poco del suelo, y allí hacían su papel los actores. Tras él, una cabaña de madera o “skené” servía de vestuario. La escenografía era escasa, simples telones pintados, y tres puertas daban acceso a los actores: una al fondo (si venían del palacio) y dos a los costados (si venían del campo o de la ciudad). Dos pasajes laterales a los costados del escenario permitían el acceso y la retirada del coro: se habla de Párodos y Éxodo.
La tragedia griega posee partes dramáticas, a cargo de los actores, y partes líricas, a cargo del coro, las cuales eran cantadas, con acompañamiento musical. También la danza se integraba a la representación, como una mímica que pretendía traducir los sentimientos del alma. El medio expresivo por excelencia eran las manos, se hablaba de “danzar con las manos”. El coro hacía su entrada en filas, seguidos por un ejecutante de flauta. Durante los estásimos el coro se movía de izquierda a derecha al cantar la “estrofa”, de derecha a izquierda en la “antistrofa”, y se quedaba quieto durante el “épodo”. Los integrantes del coro, o “coreutas” son personas respetables, de carácter grave, con movimientos solemnes y majestuosos, que van comentando la obra y los personajes. Uno de ellos se destaca y habla con los actores; es el “Corifeo”.
Los actores llevaban túnicas y mantos de colores fuertes, con bordados. La túnica tenía mangas largas (lo que no era habitual) y llegaba a cubrir los pies del actor. La cintura estaba marcada muy arriba, para dar a las figuras mayor dimensión de altura y un aspecto de majestuosidad. Para esto también se usaban unos zapatos altos, los “coturnos”, con plataformas de hasta 20 cm. Los personajes secundarios no usaban estos zapatos ni las ricas vestiduras, por lo cual los protagonistas se distinguían a primera vista. Todos los actores llevaban el rostro cubierto por una máscara que traducía de manera simple el carácter de un personaje, su sexo, su condición y edad.
El público, concurría desde tempranas horas. Las mujeres podían ir a las representaciones, aunque se duda que pudieran ir a ver comedias, de tono más vulgar y grosero. El precio de la entrada era bajísimo, y era en ocasiones abonado por el mismo Estado, para ayudar a los ciudadanos más pobres a concurrir a las funciones.  

EL HÉROE TRÁGICO

No es un hombre común, es alguien que, al enfrentar a los dioses, gana una dimensión superior. Pasa de una situación feliz a una desgraciada, y su característica más saliente es que se enfrenta a su destino y busca modificarlo, sabiendo que es imposible. Para los griegos el Destino, la “Moira” es una fuerza inexorable que no pueden modificar ni los propios dioses. El héroe entonces comete un pecado de exceso, de soberbia (“Hybris”), y es castigado, aunque no siempre con la muerte: en “Edipo rey”, por ejemplo, el castigo consiste en el destierro y la ceguera voluntarios por parte del héroe, una vez que entra en posesión de la verdad con respecto a sí mismo.

ESTRUCTURA DE LA TRAGEDIA

Comienza con un Prólogo, que precede a la entrada del coro. Puede tener forma dialogada o monologada, y su finalidad es ubicar al espectador en una determinada situación: un tiempo, un lugar, una acción. El público en general ya conocía el argumento; el prólogo simplemente le informa en qué parte del mito o la leyenda se ubica. Luego viene el Párodos, que es el canto de entrada del coro, en forma de procesión. A continuación viene un Episodio, o parte dramática, donde se desarrolla la acción en el escenario. Cada obra tiene entre tres y cinco episodios y al final de cada uno hay un canto del coro, llamado Estásimo. Su texto se refiere a los sucesos presentados en los episodios, e invita a la reflexión. Episodios y Estásimos se van alternando hasta el final, en que el coro se retira, en el Éxodo.
Podemos también encontrar una estructura interna de las  obras trágicas, que comienza con una Motivación, donde se trata de lograr el interés del espectador para que se interese en la obra (generalmente coincide con el Prólogo). Luego comienza a desarrollarse el conflicto dramático, en lo que se llama Planteo. A continuación se produce un momento de intensificación del conflicto dramático, cuando se invierte la suerte del héroe: es la Peripecia. La Anagnórisis es el momento en que el héroe reconoce su derrota, lo cual es seguido por el Desenlace.

La tragedia estableció el respeto por las unidades de Acción, Tiempo y Lugar, que implicaban que la acción girara en torno a un solo tema, en un máximo de veinticuatro horas y en un mismo lugar. 

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