VANGUARDIAS ARTÍSTICAS
DEL SIGLO XX
Estudiar el arte
del siglo XX no parece tarea fácil, dado que hace poco ha terminado. Por otra parte,
se trata de un período con gran variedad y diversidad de tendencias, lo que
implica que no haya “escuelas poéticas”: cada poeta significa una actitud
estética diferente, a menudo cambiante durante su vida. Hay una abundancia de
material impreso que a veces llega a convertir al libro en un simple objeto
para la sociedad de consumo. Por último, anotemos que son típicos del siglo XX
el ritmo vertiginoso de la vida en las ciudades, las tensiones de la vida
moderna, la masificación y el desarrollo de los medios de comunicación. Entre
los acontecimientos culturales más relevantes mencionamos al cine, la radio y la TV, la informática, la exploración del espacio, los
avances de Freud valorizando el
inconsciente como campo de conocimiento del alma humana y los de Einstein y su teoría de la relatividad.
No solamente en lo
cultural se han procesado grandes transformaciones, sino que también han tenido
lugar importantes, y a menudo terribles, acontecimientos históricos. Podemos
hablar de un antes y un después de las dos guerras mundiales a nivel artístico.
Antes de la Primera Guerra la vida se caracterizaba por la euforia económica y
social basada en el capitalismo. El hombre estaba embriagado por la cultura de
la velocidad y los grandes progresos científicos y técnicos. A esto sucede,
tras la guerra, la desilusión y el resquebrajamiento moral.
En el siglo XX la poesía quebró la estructura rimada y la
métrica, abandonando también el tradicional concepto de lo poético para abundar
en lo no poético y hasta en lo antipoético, tomando en cuenta elementos ajenos
a las imágenes que antes sugerían armonía y belleza.
Con una metáfora de
la vida militar (vanguardias)
se denominaron a sí mismas una serie de corrientes artísticas que sacudieron el
panorama europeo desde antes de la Primera Guerra Mundial hasta los primeros
años de la segunda postguerra. Se suceden a un ritmo muy rápido: Futurismo,
Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, Expresionismo y otros. Muchos de ellos afectan
por igual a las artes plásticas, al arte escénico o cinematográfico y a las
letras. Algunos pasan como efímeras modas, otros dejan una huella imborrable.
La vanguardia no es
una escuela, una tendencia o una manera determinada. Lo más representativo de
ellas está en sus manifiestos. Un
rasgo interesante fue el desinterés estético y la tendencia a considerar más
importante la originalidad que la perfección. Todos los movimientos de
vanguardia son antitradicionalistas: rompen con las normas y van contra
todo lo tradicional. Esto explica su tendencia al escándalo, la excentricidad,
el exhibicionismo. Son también cosmopolitas: surgen en diferentes
países, dentro del continente europeo. Se busca lo irracional, lo que
escapa a la inteligencia y sensibilidad de la mayoría de los hombres. Los
poetas vanguardistas son muy individualistas: se proclama el
subjetivismo o el capricho individual como factor decisivo en la creación. No
es un arte para mayorías, sino para unos pocos. El arte en general comienza a
usar el humor, un humor negro, desencantado. Otras características son el
hermetismo (deliberada oscuridad de la obra, que cada lector interpretará a
su modo), el rechazo a la imitación de la realidad, a lo anecdótico y
decorativo, y la integración de todas las artes.
FUTURISMO
Fue el primer
movimiento de vanguardia, surgido alrededor de 1910, en Italia, con Marinetti.
“Queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y la temeridad”.
Es la tendencia literaria que refleja, en la poesía, la admiración por el maquinismo
y el dinamismo del mundo moderno. Entre otras revolucionarias propuestas plantean
que hay que destruir bibliotecas, museos y obras de arte, que fomentan la
veneración por el pasado, y sustituir la asociación entre mujer y belleza por
la asociación entre la máquina y la belleza. Proponen la utilidad de la guerra
como higiene del mundo. Con el tiempo, algunos futuristas se fueron deslizando
hacia el fascismo, sobre todo por su glorificación de la guerra, el militarismo
y el patriotismo.
Formalmente atacan
la gramática, la sintaxis y el “orden lógico” de las palabras, que serían obstáculos
para la expresión de lo puramente sensible. Algunos autores futuristas fueron
Maiakovsky, en Rusia, y Filippo Marinetti, en Italia.En 1912 se publica el “Manifiesto
técnico de la literatura futurista”, firmado por Marinetti, donde se
propone, entre otras cosas: destruir la sintaxis, disponer las palabras al
azar, emplear los verbos en infinitivo (para expresarse por intuición, sin que
intervenga el yo del escritor), suprimir adjetivos (que suponen una pausa, una
meditación, algo no dinámico) y los adverbios
(porque dan a la frase una fastidiosa unidad de tono), abolir la puntuación y
utilizar en su lugar signos matemáticos y musicales, introducir en el poema el
ruido, el peso, el olor, innovar a través de la disposición tipográfica de la
página, con diferentes letras y colores, sin renglones, con lo que el poema se
acerca a la composición pictórica.
CUBISMO
El Cubismo nace como escuela pictórica hacia 1907, pero el llamado
cubismo literario arranca hacia 1913, con Guillaume Apollinaire, Max Jacob y
Jean Cocteau, entre otros. Se propone descomponer la realidad para proceder a
composiciones libres de conceptos, frases o imágenes. Se define al Cubismo como
el arte de descomponer y recomponer la realidad, presentando los objetos en
todas sus facetas a la vez, con proyección simultánea de imágenes. Concepción
abstracta y cerebral del arte, afirma que para gustar de una obra de arte nuevo
hay que aprender a comprenderlo, no entenderlo. A ello se añaden (sobre todo
tras los famosos “Calligrammes”, de Apollinaire) especiales
disposiciones tipográficas de los versos, formando “imágenes visuales”. El
cubismo literario plantea que las palabras deben estar en libertad, sin
puntuación, da gran importancia a las imágenes en relación con lo
subconsciente, elimina lo anecdótico y descriptivo y utiliza el fragmentarismo
y el humorismo como recursos frecuentes.
DADAÍSMO
El Dadaísmo,
encabezado por Tristán Tzara, surge en Suiza, en 1916, y se destaca como el
movimiento más rico en manifiestos y actos. Su nombre (elegido al azar,
abriendo un diccionario con un cuchillo) es el de un balbuceo infantil: da-da.
El movimiento Dadá o Dadaísmo implica la rebeldía contra la lógica, contra las
convenciones estéticas o sociales, contra el sentido común. En el fondo, surge
de un anárquico y violento rechazo de
una racionalidad que condujo al absurdo de una guerra. Propugna liberar “la
fantasía de cada individuo”, superar todas las inhibiciones y recurrir a un
lenguaje incoherente. Es la tendencia más radical y exagerada de la vanguardia,
expresión máxima de la desintegración del arte. Atacan todos los valores
tradicionales y proponen el desorden en la cultura, lo absurdo en vez de lo
coherente, el humorismo ante lo serio y un escepticismo implacable.
Tzara: “Poned en un
sombrero todas las palabras y sacad a la suerte: he ahí el poema dadá.” “El
hombre no es nada. Medida con la escala de la eternidad toda acción es vana. Es
inadmisible que un hombre deje huellas de su paso en la tierra.”
Junto a Tzara, encontramos en Francia a
André Breton, Paul Eluard y otros, que serían luego importantes surrealistas.
En realidad, el Dadá preparó el camino al Surrealismo.
EXPRESIONISMO
Nació Entre 1910 y 1933, como manifestación de dos grupos de pintores:
“El puente” y “El jinete azul”. El Impresionismo era todavía un arte figurativo,
mientras que el Expresionismo supone un paso más, se independiza de la
realidad. Busca lo eterno, no las apariencias. Tiene un carácter moral,
manifestado en su condena a la guerra y
su propuesta de fraternidad humana; es un arte comprometido con su realidad,
que es instrumento de crítica social y política. No buscan la perfección formal
sino la liberación de tensiones afectivas. Tienen un sentido trágico dela
existencia, tratan temas intensos como la soledad, el dolor, el horror de la
guerra, con un lenguaje altamente expresivo, que llega a la deformación de la
realidad para plantear algo que subyace a un nivel más profundo. Reciben
influencias del arte de las culturas primitivas, del arte de los niños y de los
enfermos mentales, y fueron perseguidos por el nazismo como manifestación de un
“arte degenerado”
SURREALISMO
El surrealismo es
una de las revoluciones artísticas más importantes del siglo, que supone un
cambio radical en la concepción del papel del arte y del trabajo del artista y
que sigue vigente hoy, no sólo en la literatura, sino en el cine y en las más
variadas manifestaciones culturales. El giro principal lo dará André Breton
tras leer a Freud. En1924 publica el primer “Manifiesto surrealista”,
que define la corriente en los siguientes términos: “automatismo psíquico puro,
por el cual se intenta expresar verbalmente, sea por escrito o de cualquier
otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, en
ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de toda preocupación
estética o moral.” Se propone una fusión de realidad y sueño, que debe
significar una nueva forma de conocimiento, al que se llega por lo
inconsciente, lo onírico, la magia, la infancia, la demencia, los estupefacientes,
el humor, el amor, entre otros.
El surrealismo no se presenta sólo como una
renovación estética, sino que pretende ser una revolución integral. Plantea una
liberación total del hombre: liberación de los impulsos reprimidos en el
subconsciente (según Freud) por una razón sumisa a las convenciones morales o
sociales, o liberación de la represión que (según Marx) ejerce sobre el hombre
la sociedad burguesa. A la poesía le corresponde el liberar el poder creador
del hombre, “al dictado de un pensamiento libre de toda vigilancia ejercida por
la razón”, ya que la razón está contaminada. Hay diversas técnicas para
“registrar” de forma incontrolada, libre, los estados de ánimo, los impulsos
profundos. Así, se intenta una escritura automática, realizada sin reflexión, o
se recurre a las asociaciones de ideas, a veces mediante el collage de palabras
recortadas de periódicos, siguiendo oscuras sugerencias. También es importante
la exploración de lo onírico como campo donde aflora el inconsciente, aunque en
forma de imágenes ilógicas, que reflejan contenidos latentes.
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