martes, 1 de abril de 2014

6º año. POEMAS DE CHARLES BAUDELAIRE




LA DESTRUCCIÓN
El demonio se agita a mi lado sin cesar;
flota a mi alrededor cual aire impalpable;
lo respiro, siento cómo quema mi pulmón
y lo llena de un deseo eterno y culpable.

A veces toma, conocedor de mi amor al arte,
la forma de la más seductora mujer,
y bajo especiales pretextos hipócritas
acostumbra mi gusto a nefandos placeres.

Así me conduce, lejos de la mirada de Dios,
jadeante y destrozado de fatiga, al centro
de las llanuras del hastío, profundas y desiertas,

y lanza a mis ojos, llenos de confusión,
sucias vestiduras, heridas abiertas,
¡y el aderezo sangriento de la destrucción!





LA FUENTE DE SANGRE
A veces siento mi sangre correr en oleadas,
lo mismo que una fuente de rítmicos sollozos;
la oigo correr en largos murmullos,
pero en vano me palpo para encontrar la herida.
                       
A través de la ciudad, como un campo cerrado,
va transformando las piedras en islotes,
saciando la sed de cada criatura,
y coloreando en rojo toda la natura.

A menudo he pedido a estos vinos
aplacar por un solo día el terror que me roe;
el vino torna el mirar más claro y más fino el oído.

He buscado en el amor un sueño de olvido;
mas para mí el amor es un lecho punzante,
hecho para dar de beber a esas putas crueles.







EL ENEMIGO

Mi juventud fue sólo tenebrosa tormenta,
atravesada a veces por soles centelleantes;
las lluvias y los rayos hicieron tal estrago,
que pocos son los frutos bermejos del jardín.

Ahora, que he tocado el otoño de la idea,
es hora de emplear las palas y los rastrillos
y agrupar como nuevas las tierras inundadas,
donde las aguas cavan sus pozos como tumbas.

¿Quién sabe si las flores nuevas con las que sueño
hallarán en el suelo lavado como playa
el místico alimento con que harán su vigor?

_¡Oh dolor! ¡oh dolor! Come la vida el Tiempo,
y el oscuro Enemigo que el corazón nos roe
con sangre que perdemos crece y se fortifica!



No hay comentarios:

Publicar un comentario