martes, 4 de junio de 2013

6º año Vanguardias artísticas

          EL ARTE EN EL SIGLO XX :  LAS VANGUARDIAS




Estudiar el arte, especialmente la poesía, del siglo XX, no parece tarea fácil: estamos aún muy faltos de perspectiva como para evaluarlo con total objetividad, dado que hace poco ha terminado. Por otra parte, se trata de un período con gran variedad y diversidad de tendencias, lo que implica que no haya “escuelas poéticas”: cada poeta significa una actitud estética diferente, a menudo cambiante durante su vida. Hay una abundancia de material impreso que a veces llega a convertir al libro en un simple objeto para la sociedad de consumo. Por último, anotemos que son típicos del siglo XX el ritmo vertiginoso de la vida en las ciudades y las tensiones de la vida moderna. La vida social, en general, está signada por la masificación a la que han conducido a la vez el extraordinario desarrollo e las ciudades y el de los medios de comunicación. Estamos en una “civilización basada en la razón y la máquina”, que existe en todos los países. En esta sociedad, al borde de su crisis definitiva, son los artistas quienes anuncian los nuevos tiempos.
Entre los acontecimientos culturales más relevantes del siglo XX mencionamos al cine, que se incorpora como la más moderna y popular de las artes junto a la radio y la TV. Su monopolio por parte de gobiernos o de grupos de presión interesados permite manipular la voluntad de millones de seres. Las computadoras amenazan con sustituir a los hombres, y el espacio se incorpora a la vida cotidiana a través de la información que brindan los satélites artificiales. Freud valoriza el inconsciente como campo de experimentación y conocimiento del alma humana. Los escritores hallan una nueva veta creadora en la exploración de la realidad interior. A partir de Einstein y su teoría de la relatividad, por último, el tiempo deja de ser una realidad absoluta. Ante tal panorama de cambios, no es de extrañar que el arte del siglo que estudiamos tenga un sabor de inconfundible originalidad.
No solamente en lo cultural se han procesado grandes transformaciones, sino que también han tenido lugar importantes, y a menudo terribles, acontecimientos históricos. Podemos hablar de un antes y un después de las dos guerras mundiales a nivel artístico. Antes de la Primera Guerra la vida se caracterizaba por la euforia económica y social basada en el capitalismo. El hombre estaba embriagado por la cultura de la velocidad y los grandes progresos científicos y técnicos. A esto sucede, tras la guerra, la desilusión y el resquebrajamiento moral.


VANGUARDIAS ARTÍSTICAS


En el siglo XX   la poesía quebró la estructura rimada y la métrica, abandonando también el tradicional concepto de lo poético para abundar en lo no poético y hasta en lo antipoético, tomando en cuenta elementos ajenos a las imágenes que antes sugerían armonía y belleza.
El primer movimiento que surge en Europa con principios estéticos coherentes es el post-simbolismo, cuyo representante es el poeta francés Paul Valery. Esta corriente servirá de puente entre la lírica del siglo XIX y la del siglo XX. Como precursores tiene a poetas como Baudelaire o Lautreamont. Plantea el quiebre de la estructura métrica regular y rimada, el poeta se libera de trabas, y busca una expresión plenamente individual.
Con una metáfora de la vida militar (vanguardias) se denominaron a sí mismas una serie de corrientes artísticas que sacudieron el panorama europeo desde antes de la Primera Guerra Mundial hasta los primeros años de la segunda postguerra. El término “vanguardias” designa a aquellos movimientos que se oponen a la estética anterior y que proponen concepciones profundamente nuevas del arte y las letras. Se suceden a un ritmo muy rápido: Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, Expresionismo y otros. Muchos de ellos afectan por igual a las artes plásticas, al arte escénico o cinematográfico y a las letras. Algunos pasan como efímeras modas, otros dejan una huella imborrable.
La vanguardia no es una escuela, una tendencia o una manera determinada. Lo más representativo de ellas está en sus manifiestos. Un rasgo interesante fue el desinterés estético y la tendencia a considerar más importante la originalidad que la perfección. Su quiebre obedeció en primera instancia a la pluralidad de ideas que la constituía, que llevó a que los grupos se deshicieran rápidamente. Todos los movimientos de vanguardia son antitradicionalistas: rompen con las normas, pautas y sistemas y van contra todo lo tradicional, lo que explica su tendencia al escándalo, la excentricidad, el exhibicionismo. Son también cosmopolitas: surgen en diferentes países, dentro del continente europeo. Se busca lo irracional, lo que escapa a la inteligencia y sensibilidad de la mayoría de los hombres. Los poetas vanguardistas son muy individualistas: se proclama el subjetivismo más extremo, o el capricho individual, como factor decisivo en la creación. No se trata de un arte para mayorías, sino para unos pocos. La poesía sirve como ayuda para la evasión del hombre y de sus problemas, y el arte en general comienza a usar frecuentemente el humor, un humor negro, desencantado. Otras características son el hermetismo (deliberada oscuridad de la obra, que cada lector interpretará a su modo), el rechazo a la imitación de la realidad, a lo anecdótico y decorativo, y la integración de todas las artes.

FUTURISMO




Fue el primer movimiento de vanguardia, surgido alrededor de 1910, en Italia, con Marinetti. “Queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y la temeridad”. Es la tendencia literaria que refleja, en la poesía, la apología del esplendor geométrico el maquinismo y el dinamismo del mundo moderno. Entre otras revolucionarias propuestas ellos plantean que hay que destruir bibliotecas, museos y obras de arte, que fomentan la veneración por el pasado, y sustituir la asociación entre mujer y belleza por la asociación entre la máquina y la belleza. Proponen la utilidad de la guerra como higiene del mundo. Con el tiempo, algunos futuristas se fueron deslizando hacia el fascismo, sobre todo por su glorificación de la guerra, el militarismo y el patriotismo.
El futurismo no dio frutos notables en Italia ni en el resto de Europa, pero abrió las puertas a temas inéditos hasta entonces, y a nuevas posibilidades de lenguaje. Formalmente atacan la gramática, la sintaxis y el “orden lógico” de las palabras, que serían obstáculos para la expresión de lo puramente sensible. Algunos autores futuristas fueron Maiakovsky, en Rusia, y Filippo Marinetti, en Italia.En 1912 se publica el “Manifiesto técnico de la literatura futurista”, firmado por Marinetti, donde se propone, entre otras cosas: destruir la sintaxis, disponer las palabras al azar, emplear los verbos en infinitivo (para expresarse por intuición, sin que intervenga el yo del escritor), suprimir adjetivos (que suponen una pausa, una meditación, algo no dinámico)  y los adverbios (porque dan a la frase una fastidiosa unidad de tono), abolir la puntuación y utilizar en su lugar signos matemáticos y musicales, introducir en el poema el ruido, el peso, el olor, innovar a través de la disposición tipográfica de la página, con diferentes letras y colores, sin renglones, con lo que el poema se acerca a la composición pictórica.
El Futurismo fue acusado de ser demasiado transparente, sin misterio, fácilmente comprensible. Fue más programa que obra, y se quedó en el mito de “lo moderno”, sin ver la constante mutación del mundo.

CUBISMO



El Cubismo nace como escuela pictórica hacia 1907, pero el llamado cubismo literario arranca hacia 1913, con Guillaume Apollinaire, Max Jacob y Jean Cocteau, entre otros. Se propone descomponer la realidad para proceder a composiciones libres de conceptos, frases o imágenes. Se define al Cubismo como el arte de descomponer y recomponer la realidad, presentando los objetos en todas sus facetas a la vez, con proyección simultánea de imágenes. Concepción abstracta y cerebral del arte, afirma que para gustar de una obra de arte nuevo hay que aprender a comprenderlo, no entenderlo. A ello se añaden (sobre todo tras los famosos “Calligrammes”, de Apollinaire) especiales disposiciones tipográficas de los versos, formando “imágenes visuales”. Estos y otros artificios, como el collage, serán usados por posteriores movimientos de vanguardia. El cubismo literario plantea que las palabras deben estar en libertad, sin puntuación, da gran importancia a las imágenes en relación con lo subconsciente, elimina lo anecdótico y descriptivo y utiliza el fragmentarismo y el humorismo como recursos frecuentes.

DADAÍSMO




El Dadaísmo, encabezado por Tristán Tzara, surge en Suiza, en 1916, y se destaca como el movimiento más rico en manifiestos y actos. Su nombre -elegido al azar, abriendo un diccionario con un cuchillo- es el de un balbuceo infantil: da-da. El movimiento Dadá o Dadaísmo implica la rebeldía contra la lógica, contra las convenciones estéticas o sociales, contra el sentido común. En el fondo, surge de un anárquico y  violento rechazo de una racionalidad que condujo al absurdo de una guerra. Propugna liberar “la fantasía de cada individuo”, superar todas las inhibiciones y recurrir a un lenguaje incoherente. Es la tendencia más radical y exagerada de la vanguardia, expresión máxima de la desintegración del arte. Atacan todos los valores tradicionales y proponen el desorden en la cultura, lo absurdo en vez de lo coherente, el humorismo ante lo serio y un escepticismo implacable.
Tzara: “Poned en un sombrero todas las palabras y sacad ala suerte: he ahí el poema dadá.” “El hombre no es nada. Medida con la escala de la eternidad toda acción es vana. Es inadmisible que un hombre deje huellas de su paso en la tierra.”
    Junto a Tzara, encontramos en Francia a André Breton, Paul Eluard y otros, que serían luego importantes surrealistas. En realidad, el Dadá preparó el camino al Surrealismo.

 

EXPRESIONISMO



    Nació Entre 1910 y 1933, como manifestación de dos grupos de pintores: “El puente” y “El jinete azul”. Los pintores Kandinski y Paul Klee representan ese máximo de intensidad de color que caracteriza a la corriente  y que reconoce su antecedente en las telas de Van Gogh. El Expresionismo suele definirse en comparación con el Impresionismo. Éste es todavía un arte figurativo, que reproduce sensaciones ópticas. El Expresionismo supone un paso más, se independiza de la realidad. Si el Impresionismo buscaba dar la variedad de la vida mediante una impresión óptica momentánea, el Expresionismo busca lo eterno, no las apariencias. Tiene un carácter moral, manifestado en su condena a la guerra  y su propuesta de fraternidad humana; es un arte comprometido con su realidad, que es instrumento de crítica social y política. Son antiesteticistas, por cuanto no buscan la perfección formal, sino la liberación de tensiones afectivas. Lo esencial es la emoción, no la lógica y la gramática. Tienen un sentido trágico dela existencia, tratan temas intensos como la soledad, el dolor, el horror de la guerra, con un lenguaje altamente expresivo, que llega a la deformación de la realidad para plantear algo que subyace a un nivel más profundo. Reciben influencias del arte de las culturas primitivas, del arte de los niños y de los enfermos mentales, y fueron perseguidos por el nazismo como manifestación de un “arte degenerado”

SURREALISMO



El surrealismo es una de las revoluciones artísticas más importantes del siglo, que supone un cambio radical en la concepción del papel del arte y del trabajo del artista y que sigue vigente hoy, no sólo en la literatura, sino en el cine y en las más variadas manifestaciones culturales. El giro principal lo dará André Breton tras leer a Freud. En1924 publica el primer “Manifiesto surrealista”, que define la corriente en los siguientes términos: “automatismo psíquico puro, por el cual se intenta expresar verbalmente, sea por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de toda preocupación estética o moral.” Se propone una fusión de realidad y sueño, que debe significar una nueva forma de conocimiento, al que se llega por lo inconsciente, lo onírico, la magia, la infancia, la demencia, los estupefacientes, el humor, el amor, entre otros. La palabra “surrealismo” se debe a Apollinaire,  aunque serían Breton y sus compañeros quienes le darían su significado definitivo. Su traducción exacta sería Superrealismo, o Suprarrealismo, sin embargo el nombre surrealismo se impuso definitivamente.
El surrealismo no se presenta sólo como una renovación estética, sino que pretende ser una revolución integral. Propugna una liberación total del hombre: liberación de los impulsos reprimidos en el subconsciente (según Freud) por una razón sumisa a las convenciones morales o sociales, o liberación de la represión que (según Marx) ejerce sobre el hombre la sociedad burguesa. Para los surrealistas, lo que llamamos vida no es sino la cara más gris de la sociedad, hay que acceder a una realidad más alta, que se halla como amordazada en el fondo de las conciencias. A la poesía le corresponde el liberar el poder creador del hombre, “al dictado de un pensamiento libre de toda vigilancia ejercida por la razón”, ya que la razón está contaminada. Hay diversas técnicas para “registrar” de forma incontrolada, libre, los estados de ánimo, los impulsos profundos. Así, se intenta una escritura automática, realizada sin reflexión, o se recurre a las asociaciones de ideas, a veces mediante el collage de palabras recortadas de periódicos, siguiendo oscuras sugerencias. También es importante la exploración de lo onírico, recordando que para Freud los sueños son el campo donde aflora el inconsciente, aunque en forma de imágenes ilógicas, que reflejan contenidos latentes. A veces, mediante ciertas drogas, se provocan alucinaciones y delirios para transcribir experiencias extra-racionales.


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