LA DIVINA COMEDIA
La “Commedia” es un extenso poema escrito 
por Dante en lengua vulgar (es decir, no en latín), con 14.333 versos, 
obra maestra de la literatura italiana. Cuando hablamos de una comedia 
nos referimos a una obra dramática, y no parece lógico aplicar tal 
término a una obra que no está escrita para ser representada, sino que 
es un poema narrativo. El título tiene, sin embargo, su justificación 
porque en esa época se ponía mayor atención al contenido que a la forma 
para determinar la pertenencia a un género literario. La Comedia va de 
un comienzo agitado a un final sereno y tranquilo (del Infierno al 
Paraíso), y está escrita en lengua vulgar (toscano) y no en latín, como 
se acostumbraba. En el siglo XIV Bocaccio le agregó el calificativo 
“divina” por su calidad estética y su tema religioso.
La 
composición se ubica en los años de exilio de Dante. Se supone que el 
Infierno habría sido terminado alrededor de 1308, el Purgatorio hacia 
1313 y el Paraíso poco antes de morir, en 1321. Narra un viaje por los 
tres reinos de ultratumba, tal como eran concebidos por la Iglesia de su
 época:. La idea de ubicar la obra en el más allá no es original de 
Dante: en la antigüedad grecolatina hubo autores como Homero (“La 
Odisea”) y Virgilio (“La Eneida”) que hacen descender a sus personajes 
al mundo de los muertos. En cada región el poeta habrá de encontrarse 
con distintos espíritus, algunos procedentes del mundo real y otros que 
son solo mitos.
ESTRUCTURA:
 Está escrita en versos de once
 sílabas (endecasílabos) agrupados en estrofas de tres versos (tercetos)
 con rima consonante, ya que riman el primer y tercer verso de cada 
estrofa, mientras el segundo marca la rima para la estrofa siguiente.
 Estructuralmente es de una simetría rigurosa. Está compuesta por cien 
cantos, número considerado perfecto. Estos cantos se distribuyen en tres
 grandes partes, llamadas cánticas: el Infierno, con un canto de 
introducción y 33 cantos, el Purgatorio, con 33 cantos, y el Paraíso, 
con 33 cantos. Se nota una preocupación cabalística por parte del autor,
 el cual insiste en varias oportunidades con el número 3 y sus 
múltiplos. Este número tenía gran importancia para el cristianismo, 
derivado de la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu 
Santo.
LOS TRES REINOS
 Para Dante, según el sistema de 
Tolomeo, nuestro planeta está inmóvil en el centro del mundo y a su 
alrededor giran las esferas celestes en las que están suspendidos el 
Sol, los planetas, las estrellas.
 INFIERNO es la región de los 
condenados eternos, reina el dolor y la desesperanza, no existe 
posibilidad de salir y los castigos se repetirán idénticamente por 
siempre. Es un mundo de oscuridad, sin Sol y sin estrellas, reflejo de 
la condición moral del alma de los condenados. Una rica escenografía 
será el marco de este lugar, donde hay puertas, tumbas, murallas, 
castillos, ríos, lagunas, gusanos, serpientes, demonios, etc. Dante es 
guiado aquí y en la mayor parte del Purgatorio por Virgilio, escritor de
 la Antigüedad.
 Dante lo concibe dividido en nueve círculos. A 
medida que se desciende el espacio es menor y más grave el pecado, hasta
 llegar al último círculo, el de los traidores, donde está Lucifer.
Las 
culpas se ordenan en tres grandes categorías:
 a) Pecados de 
INCONTINENCIA: es la incapacidad de frenar los impulsos con la razón 
(lujuriosos, glotones, avaros, pródigos e iracundos).
 b) Pecados de BESTIALIDAD (herejes y violentos).
 c) Pecados de MALICIA (traidores y fraudulentos).
 El pecado es mayor cuanto mayor grado de racionalidad implica, los 
habitantes de los primeros círculos no hicieron más que dejarse dominar 
por las pasiones, mientras los últimos utilizaron su capacidad 
intelectual para hacer el mal. Quedan excluidos de esta división 
aquellos que no conocieron al verdadero Dios por vivir antes de la era 
cristiana y los niños que murieron sin ser bautizados. Sus espíritus 
residen eternamente en una región llamada Limbo, donde no hay castigos 
pero sí una eterna melancolía por no poder aspirar al Paraíso.
 El
 PURGATORIO es un lugar transitorio, donde las almas se purifican con la
 esperanza de alcanzar el Paraíso. Dante lo concibe como una montaña en 
una isla. En la base hay una zona rocosa de difícil acceso: el 
Antepurgatorio; luego viene el Purgatorio propiamente dicho, dividido en
 siete terrazas donde el alma se purifica de los siete pecados capitales
 y en la cima hay una planicie, el Paraíso terrestre. Aquí se produce el
 encuentro entre Dante y Beatrice, que será en adelante su guía, 
sustituyendo a Virgilio, que no puede entrar al Paraíso.
El 
PARAÍSO se compone de nueve cielos, esferas luminosas concéntricas, 
sobre las cuales está el cielo de Dios, las jerarquías celestiales y los
 bienaventurados. Es el reino del espíritu absolutamente liberado de la 
carne, las almas nada lamentan de lo terreno y nada ansían, pues están 
completas en sí mismas.