Sobre el gaucho:
Assuncao, Fernando. El gaucho. Montevideo, Extensión Universitaria, 1979.
Ediciones del libro con estudios preliminares:
La Plata, Terramar, 2007 (estudio de Eric Schierloh).
Bs. As., SM, 2010 (ilustrada y con anotaciones, pensada para el aula).
Bs. As., Basilisco, 1997 (Estudio de Leopoldo Lugones).
Historias generales:
Prieto, Martín. Breve historia de la literatura argentina. Bs. As., Agular, Altea, Taurus, Alfaguara, 2006.
Viñas, David (Director). Historia social de la literatura argentina, IV. Bs. As., Contrapunto, 1989.
Sobre autor y obra:
Galvez, Manuel. José Hernández. Bs. As., Huemul, 1945.
Pages Larraya. Prosas del Martín Fierro. Bs. As., La Pleyade, 1972.
Haboba Tobal, Víctor: Martín Fierro. Montevideo, Ciencias, 1978. (para estudiantes)
Cuadernos de Marcha, número 66. Montevideo, 1972.
Di Candia, Alcides. Ayudando a leer el Martín Fierro. Montevideo, Ediciones del Sesquicentenario, 1975.
Cordeiro, Héctor. Valoración del Martín Fierro. Bs. As., Claridad, 1071.
Aquí encontrarás los textos que daremos, así como los programas, informaciones y enlaces de interés para ilustrar y enriquecer el curso de Literatura. ¡Bienvenido!
jueves, 20 de junio de 2013
domingo, 9 de junio de 2013
6° año: "1964", de Jorge Luis Borges
1
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
martes, 4 de junio de 2013
6º año Vanguardias artísticas
EL ARTE EN EL SIGLO XX : LAS VANGUARDIAS
Estudiar el arte, especialmente
la poesía, del siglo XX, no parece tarea fácil: estamos aún muy faltos de
perspectiva como para evaluarlo con total objetividad, dado que hace poco ha
terminado. Por otra parte, se trata de un período con gran variedad y
diversidad de tendencias, lo que implica que no haya “escuelas poéticas”: cada
poeta significa una actitud estética diferente, a menudo cambiante durante su
vida. Hay una abundancia de material impreso que a veces llega a convertir al
libro en un simple objeto para la sociedad de consumo. Por último, anotemos que
son típicos del siglo XX el ritmo vertiginoso de la vida en las ciudades y las
tensiones de la vida moderna. La vida social, en general, está signada por la
masificación a la que han conducido a la vez el extraordinario desarrollo e las
ciudades y el de los medios de comunicación. Estamos en una “civilización
basada en la razón y la máquina”, que existe en todos los países. En esta
sociedad, al borde de su crisis definitiva, son los artistas quienes anuncian
los nuevos tiempos.
Entre los acontecimientos
culturales más relevantes del siglo XX mencionamos al cine, que se
incorpora como la más moderna y popular de las artes junto a la radio y la
TV. Su monopolio por parte de gobiernos o de grupos de presión interesados
permite manipular la voluntad de millones de seres. Las computadoras
amenazan con sustituir a los hombres, y el espacio
se incorpora a la vida cotidiana a través de la información que brindan los
satélites artificiales. Freud valoriza el inconsciente como campo de
experimentación y conocimiento del alma humana. Los escritores hallan una nueva
veta creadora en la exploración de la realidad interior. A partir de Einstein
y su teoría de la relatividad, por último, el tiempo deja de ser una realidad
absoluta. Ante tal panorama de cambios, no es de extrañar que el arte del siglo
que estudiamos tenga un sabor de inconfundible originalidad.
No solamente en lo cultural se
han procesado grandes transformaciones, sino que también han tenido lugar
importantes, y a menudo terribles, acontecimientos históricos. Podemos hablar
de un antes y un después de las dos guerras mundiales a nivel artístico. Antes
de la Primera Guerra la vida se caracterizaba por la euforia económica y social
basada en el capitalismo. El hombre estaba embriagado por la cultura de la
velocidad y los grandes progresos científicos y técnicos. A esto sucede, tras
la guerra, la desilusión y el resquebrajamiento moral.
VANGUARDIAS ARTÍSTICAS
En el siglo XX la poesía quebró la estructura rimada y la
métrica, abandonando también el tradicional concepto de lo poético para abundar
en lo no poético y hasta en lo antipoético, tomando en cuenta elementos ajenos
a las imágenes que antes sugerían armonía y belleza.
El primer movimiento que surge en
Europa con principios estéticos coherentes es el post-simbolismo, cuyo
representante es el poeta francés Paul Valery. Esta corriente servirá de puente
entre la lírica del siglo XIX y la del siglo XX. Como precursores tiene a
poetas como Baudelaire o Lautreamont. Plantea el quiebre de la estructura
métrica regular y rimada, el poeta se libera de trabas, y busca una expresión
plenamente individual.
Con una metáfora de la vida
militar (vanguardias) se
denominaron a sí mismas una serie de corrientes artísticas que sacudieron el
panorama europeo desde antes de la Primera Guerra Mundial hasta los primeros
años de la segunda postguerra. El término “vanguardias” designa a aquellos
movimientos que se oponen a la estética anterior y que proponen concepciones
profundamente nuevas del arte y las letras. Se suceden a un ritmo muy rápido:
Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, Expresionismo y otros. Muchos de
ellos afectan por igual a las artes plásticas, al arte escénico o
cinematográfico y a las letras. Algunos pasan como efímeras modas, otros dejan
una huella imborrable.
La vanguardia no es una escuela,
una tendencia o una manera determinada. Lo más representativo de ellas está en
sus manifiestos. Un rasgo interesante
fue el desinterés estético y la tendencia a considerar más importante la
originalidad que la perfección. Su quiebre obedeció en primera instancia a la pluralidad
de ideas que la constituía, que llevó a que los grupos se deshicieran
rápidamente. Todos los movimientos de vanguardia son antitradicionalistas:
rompen con las normas, pautas y sistemas y van contra todo lo tradicional, lo
que explica su tendencia al escándalo, la excentricidad, el exhibicionismo. Son
también cosmopolitas: surgen en diferentes países, dentro del continente
europeo. Se busca lo irracional, lo que escapa a la inteligencia y
sensibilidad de la mayoría de los hombres. Los poetas vanguardistas son muy individualistas:
se proclama el subjetivismo más extremo, o el capricho individual, como factor
decisivo en la creación. No se trata de un arte para mayorías, sino para unos
pocos. La poesía sirve como ayuda para la evasión del hombre y de sus
problemas, y el arte en general comienza a usar frecuentemente el humor,
un humor negro, desencantado. Otras características son el hermetismo
(deliberada oscuridad de la obra, que cada lector interpretará a su modo), el rechazo
a la imitación de la realidad, a lo anecdótico y decorativo, y la integración
de todas las artes.
FUTURISMO
Fue el primer movimiento de
vanguardia, surgido alrededor de 1910, en Italia, con Marinetti. “Queremos
cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y la temeridad”. Es la
tendencia literaria que refleja, en la poesía, la apología del esplendor
geométrico el maquinismo y el dinamismo del mundo moderno. Entre otras
revolucionarias propuestas ellos plantean que hay que destruir bibliotecas,
museos y obras de arte, que fomentan la veneración por el pasado, y sustituir
la asociación entre mujer y belleza por la asociación entre la máquina y la
belleza. Proponen la utilidad de la guerra como higiene del mundo. Con el
tiempo, algunos futuristas se fueron deslizando hacia el fascismo, sobre todo
por su glorificación de la guerra, el militarismo y el patriotismo.
El futurismo no dio frutos
notables en Italia ni en el resto de Europa, pero abrió las puertas a temas
inéditos hasta entonces, y a nuevas posibilidades de lenguaje. Formalmente
atacan la gramática, la sintaxis y el “orden lógico” de las palabras, que
serían obstáculos para la expresión de lo puramente sensible. Algunos autores
futuristas fueron Maiakovsky, en Rusia, y Filippo Marinetti, en Italia.En 1912
se publica el “Manifiesto técnico de la literatura futurista”, firmado
por Marinetti, donde se propone, entre otras cosas: destruir la sintaxis,
disponer las palabras al azar, emplear los verbos en infinitivo (para
expresarse por intuición, sin que intervenga el yo del escritor), suprimir
adjetivos (que suponen una pausa, una meditación, algo no dinámico) y los adverbios (porque dan a la frase una
fastidiosa unidad de tono), abolir la puntuación y utilizar en su lugar signos
matemáticos y musicales, introducir en el poema el ruido, el peso, el olor,
innovar a través de la disposición tipográfica de la página, con diferentes
letras y colores, sin renglones, con lo que el poema se acerca a la composición
pictórica.
El Futurismo fue acusado de ser
demasiado transparente, sin misterio, fácilmente comprensible. Fue más programa
que obra, y se quedó en el mito de “lo moderno”, sin ver la constante mutación
del mundo.
CUBISMO
El Cubismo nace como escuela
pictórica hacia 1907, pero el llamado cubismo literario arranca hacia 1913, con
Guillaume Apollinaire, Max Jacob y Jean Cocteau, entre otros. Se propone
descomponer la realidad para proceder a composiciones libres de conceptos,
frases o imágenes. Se define al Cubismo como el arte de descomponer y
recomponer la realidad, presentando los objetos en todas sus facetas a la vez,
con proyección simultánea de imágenes. Concepción abstracta y cerebral del
arte, afirma que para gustar de una obra de arte nuevo hay que aprender a
comprenderlo, no entenderlo. A ello se añaden (sobre todo tras los famosos “Calligrammes”,
de Apollinaire) especiales disposiciones tipográficas de los versos, formando
“imágenes visuales”. Estos y otros artificios, como el collage, serán usados
por posteriores movimientos de vanguardia. El cubismo literario plantea que las
palabras deben estar en libertad, sin puntuación, da gran importancia a las
imágenes en relación con lo subconsciente, elimina lo anecdótico y descriptivo
y utiliza el fragmentarismo y el humorismo como recursos frecuentes.
DADAÍSMO
El Dadaísmo, encabezado por
Tristán Tzara, surge en Suiza, en 1916, y se destaca como el movimiento más rico
en manifiestos y actos. Su nombre -elegido al azar, abriendo un diccionario con
un cuchillo- es el de un balbuceo infantil: da-da. El movimiento Dadá o
Dadaísmo implica la rebeldía contra la lógica, contra las convenciones
estéticas o sociales, contra el sentido común. En el fondo, surge de un
anárquico y violento rechazo de una
racionalidad que condujo al absurdo de una guerra. Propugna liberar “la
fantasía de cada individuo”, superar todas las inhibiciones y recurrir a un
lenguaje incoherente. Es la tendencia más radical y exagerada de la vanguardia,
expresión máxima de la desintegración del arte. Atacan todos los valores
tradicionales y proponen el desorden en la cultura, lo absurdo en vez de lo
coherente, el humorismo ante lo serio y un escepticismo implacable.
Tzara: “Poned en un sombrero
todas las palabras y sacad ala suerte: he ahí el poema dadá.” “El hombre no es
nada. Medida con la escala de la eternidad toda acción es vana. Es inadmisible
que un hombre deje huellas de su paso en la tierra.”
Junto a Tzara, encontramos en Francia a
André Breton, Paul Eluard y otros, que serían luego importantes surrealistas.
En realidad, el Dadá preparó el camino al Surrealismo.
EXPRESIONISMO
Nació Entre 1910 y
1933, como manifestación de dos grupos de pintores: “El puente” y “El jinete
azul”. Los pintores Kandinski y Paul Klee representan ese máximo de intensidad
de color que caracteriza a la corriente
y que reconoce su antecedente en las telas de Van Gogh. El Expresionismo
suele definirse en comparación con el Impresionismo. Éste es todavía un arte
figurativo, que reproduce sensaciones ópticas. El Expresionismo supone un paso
más, se independiza de la realidad. Si el Impresionismo buscaba dar la variedad
de la vida mediante una impresión óptica momentánea, el Expresionismo busca lo
eterno, no las apariencias. Tiene un carácter moral, manifestado en su condena
a la guerra y su propuesta de
fraternidad humana; es un arte comprometido con su realidad, que es instrumento
de crítica social y política. Son antiesteticistas, por cuanto no buscan la
perfección formal, sino la liberación de tensiones afectivas. Lo esencial es la
emoción, no la lógica y la gramática. Tienen un sentido trágico dela
existencia, tratan temas intensos como la soledad, el dolor, el horror de la
guerra, con un lenguaje altamente expresivo, que llega a la deformación de la
realidad para plantear algo que subyace a un nivel más profundo. Reciben
influencias del arte de las culturas primitivas, del arte de los niños y de los
enfermos mentales, y fueron perseguidos por el nazismo como manifestación de un
“arte degenerado”
SURREALISMO
El surrealismo es una de las
revoluciones artísticas más importantes del siglo, que supone un cambio radical
en la concepción del papel del arte y del trabajo del artista y que sigue
vigente hoy, no sólo en la literatura, sino en el cine y en las más variadas
manifestaciones culturales. El giro principal lo dará André Breton tras leer a
Freud. En1924 publica el primer “Manifiesto surrealista”, que define la
corriente en los siguientes términos: “automatismo psíquico puro, por el cual
se intenta expresar verbalmente, sea por escrito o de cualquier otro modo, el
funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, en ausencia de
todo control ejercido por la razón, fuera de toda preocupación estética o
moral.” Se propone una fusión de realidad y sueño, que debe significar una
nueva forma de conocimiento, al que se llega por lo inconsciente, lo onírico,
la magia, la infancia, la demencia, los estupefacientes, el humor, el amor,
entre otros. La palabra “surrealismo” se debe a Apollinaire, aunque serían Breton y sus compañeros quienes
le darían su significado definitivo. Su traducción exacta sería Superrealismo,
o Suprarrealismo, sin embargo el nombre surrealismo se impuso definitivamente.
El surrealismo no se presenta
sólo como una renovación estética, sino que pretende ser una revolución
integral. Propugna una liberación total del hombre: liberación de los impulsos
reprimidos en el subconsciente (según Freud) por una razón sumisa a las
convenciones morales o sociales, o liberación de la represión que (según Marx)
ejerce sobre el hombre la sociedad burguesa. Para los surrealistas, lo que
llamamos vida no es sino la cara más gris de la sociedad, hay que acceder a una
realidad más alta, que se halla como amordazada en el fondo de las conciencias.
A la poesía le corresponde el liberar el poder creador del hombre, “al dictado
de un pensamiento libre de toda vigilancia ejercida por la razón”, ya que la
razón está contaminada. Hay diversas técnicas para “registrar” de forma
incontrolada, libre, los estados de ánimo, los impulsos profundos. Así, se
intenta una escritura automática, realizada sin reflexión, o se recurre a las
asociaciones de ideas, a veces mediante el collage de palabras recortadas de
periódicos, siguiendo oscuras sugerencias. También es importante la exploración
de lo onírico, recordando que para Freud los sueños son el campo donde aflora
el inconsciente, aunque en forma de imágenes ilógicas, que reflejan contenidos
latentes. A veces, mediante ciertas drogas, se provocan alucinaciones y
delirios para transcribir experiencias extra-racionales.
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